El culebrón Saab lejos de solucionarse sigue empeorando por momentos. El peor escenario posible está cada vez más cerca con la confirmación por parte de la compañía holandesa Swedish Automobile (SWAN), dueños de Saab y Spyker Cars, de que ante la negativa de General Motors a aceptar el acuerdo con los chinos y la retirada de las negociaciones de Youngman, lo único que queda a partir de ahora es la suspensión de pagos y la correspondiente bancarrota.
Tras la solicitud de quiebra por parte de Swedish Automobile en el tribunal de Vänersborg (Suecia), lo único que queda es esperar que algún benefactor inversor se atreva a hacerse cargo de Saab, una marca que con la renovación de parte de su línea de producto y la llegada del Saab 9-5 y el Saab 9-4X prometía bastante, pero que tras varios intentos infructuosos por garantizar la viabilidad se ve abocada a la bancarrota y, Dios no lo quiera, al cierre.
Malos tiempos para hacerse los suecos…
Swedish Automobile ha asegurado que la bancarrota es la única forma de preservar los fondos y los intereses de los inversores. Tal vez sería un buen momento para que General Motors interviniese, no ya por su reponsabilidad moral, sino por los intereses que aún tiene en Saab con su acción preferente que le permite vetar acciones como la venta a los chinos y lo más importante de todo, su papel de principal proveedor de Saab después de que hayan pasado unos años desde su venta.
Saab España por su parte asegura que la decisión no afecta, de momento, a la sección local del fabricante sueco y que su red de 45 concesionarios sigue trabajando con normalidad.
¿Cómo terminará este drama sueco?
Fuente: El Economista
En Diariomotor: General Motors sigue sin dar su brazo a torcer en el caso Saab | Bank of China abre un claro en el oscuro nubarrón de Saab | General Motors podría bloquear la venta de Saab a los chinos