La gallina de los huevos de oro ha sufrido un pequeño resfriado. Hasta ahora el imparable crecimiento de China animaba a las marcas a expandir sus dominios en Asia para aprovecharse del efecto revulvsivo de un país deseoso de comprar productos occidentales. Pero en las últimas semanas hemos visto como el terreno perfecto para la especulación se está tornando cada vez más complejo y competitivo. Los precios caen y los fabricantes europeos tienen que adaptar sus ofertas en consecuencia.
El crecimiento de China se ha ralentizado considerablemente y no es de extrañar que para mantener su competitividad algunos hayan lanzado ofertas tan agresivas y radicales que las propias autoridades chinas consideran que están vendiendo por debajo de los costes reales de fabricación y transporte. Los fabricantes europeos aún no habrían llegado hasta tal extremo, aún así Mercedes-Benz ya se habría lanzado descuentos cercanos incluso al 20% en alguno de sus productos.
El propio gobierno federal chino se ha encargado de hacer que los precios en las ciudades más importantes del país desciendan acusadamente hasta el punto de que marcas como BMW y Audi están triplicando la cuantía de sus descuentos, manteniéndose en una media del 10%. La capacidad de especulación y los márgenes de beneficio son menores, pero indudablemente el aumento de las ventas en noviembre ha sido considerable. Un 69% para Audi, un 24% para Mercedes-Benz y un 9.8% para BMW.
Lo dicho, el mercado de China es cada vez más competitivo y complejo para los fabricantes foráneos. Aún así parece que la gallina de los huevos de oro pasó, de momento, este catarro y los constructores occidentales pueden seguir respirando tranquilos y frotándose las manos ante los resultados en China a finales de año.
Fuente: China Daily
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