6to6 es el club por excelencia en España para los amantes de la velocidad y los deportivos. Pero, sin embargo, no puede formar parte de él cualquiera: si no tienes un vehículo de superlujo – llámese Porsche, Ferrari, Lamborghini, Maserati o cualquier versión “vitaminada” de Mercedes, Audi, BMW o similar – ya puedes ir olvidando ser un miembro de este selecto grupo…
La principal actividad de 6to6 gira en torno a las rutas nacionales e internacionales que se organizan. Algo así como la Gumball 3000 española, en la que un grupo de propietarios de superdeportivos se juntan para hacer un viaje de varios días mientras disfrutan de las mejores carreteras y circuitos, comen en los restaurantes más distinguidos, se alojan en los hoteles más lujosos y… acaban de fiesta en las discotecas más exclusivas. Con tanto lujo, no es de extrañar que la ruta más cara pueda alcanzar hasta 4.000 euros por vehículo inscrito.
La idea original la tuvo un quinteto de veinteañeros emprendedores y amantes de los vehículos de altas prestaciones. Miguel de Páramo – quien nos atendió gustosamente –, junto con sus socios Marcos Piñeiro, Pablo Callejón, Jordi Lozano y Marcos Pérez organizaron una primera ruta el 12 de mayo de 2006, con una jornada maratoniana que comenzó a las seis de la tarde por las carreteras aledañas de Barcelona. Esa misma noche “revolucionaron” el centro de la ciudad y expusieron los coches durante la cena en un hotel… la jornada concluyó tras una gran fiesta en un reservado de una conocida discoteca a las seis de la mañana. De ahí su nombre, de 6 a 6: “6to6”.
Uno de los puntos fuertes de 6to6 es toda la parafernalia que rodea la caravana de superdeportivos, haciendo que sea algo verdaderamente atractivo de visitar. Se trata de poder “disfrutar de un espectáculo único” –como asegura De Páramo-, para que “no sea una concentración de coches deportivos como tantas otras existentes en nuestro país”. Para ello, disfrazan los vehículos con vinilos y pegatinas para lograr una llamativa imagen que genere una expectación superlativa.
Cada año se organizan distintas actividades, normalmente con una frecuencia mensual. Hay de todo tipo, desde rutas de media jornada hasta campeonatos de karting, pasando por track-days en circuito, fiestas o presentaciones… Aunque, sin duda alguna, la actividad más esperada y espectacular es la ruta anual 6to6 en la que, durante una semana, se hace un viaje de más de 2,500 kilómetros.
Por ejemplo, la del año pasado atravesó Europa y visitó 6 países con sus ciudades más emblemáticas y sus carreteras más espectaculares. El objetivo no es otro que vivir una experiencia única de fraternización entre los Sixters, forma en la que denominan a los miembros del club.
Para que el trato sea lo más selecto y personal posible, y crear así el ambiente de una gran familia, el número de participantes para las rutas anuales está limitado a 35 ó 40 vehículos, cuyos afortunados dueños son seleccionados personalmente analizando su perfil y su automóvil.
Si bien, el primer filtro pretende crear un grupo donde reine el buen ambiente, el segundo se puede sortear fácilmente: no es necesario poseer un superdeportivo para asistir a una actividad: también puedes acudir con uno de alquiler. Los eventos mensuales, denominados Motorday, son otro rollo. Aquí participan entre 100 y 200 vehículos, en concentraciones de una jornada tanto en Madrid como Barcelona, con precios mucho más asequibles que rondan los 150 euros…
Aunque la edad no es lo más importante para participar, no deja de ser llamativo que la media de los participantes esté comprendida entre 30 y 40 años; ya sea una pareja, un par de amigos o una persona que quiera conocer a gente con la misma pasión por los coches. Como asegura Miguel de Páramo, “lo importante es pasarlo bien con un buen grupo de personas seleccionadas para la ocasión”.
La comparación con la Gumball 3000 es obvia, aunque hay dos diferencias bastante significativas. En primer lugar, para participar en 6to6 no hay que ser rico ni famoso… Además, las rutas no son una carrera, son legales y no se cometen actividades incívicas ni infracciones de tráfico como “está reconocido por medios y Autoridades”, apunta De Páramo. Asímismo, se informan de las rutas a las Autoridades y se les pide su colaboración para llevar a cabo un dispositivo de coordinación en los puntos de salida.
Esto es así gracias a que en todos los viajes se organizan actividades para “desfogar”. Por ejemplo, en la última ruta anual –a su paso por Alemania- hubo tiempo de sobra para comprobar las velocidades máximas de los superdeportivos en las fascinantes Autobahn sin restricción de velocidad o rodar en el anillo norte del circuito de Nürburgring; lo cierto es que el paso por un circuito es casi obligatorio en cualquier actividad de 6to6… Además, siempre hay visitas culturales, obviamente relacionadas con el mundo del automóvil, como la factoría de Mercedes-AMG o el Museo Porsche.
Los detalles de cada viaje se preparan con mucho mimo y opulencia. Siguiendo con la anterior edición anual, todos los participantes viajaron a Frankfurt en avión, desde donde comenzó la ruta. Sus vehículos – que habían sido enviados en camión un día antes – ya estaban esperándoles en el aeropuerto a su llegada… ansiosos de quemar gasolina. Anécdotas y vivencias hay a montones. Entra otras cosas, nos cuenta Miguel de Páramo que de lo “más divertido que se vive en 6to6 es el ambiente que se forma en las gasolineras donde se para a repostar en las rutas. Los surtidores se colapsan de deportivos y la cola de Sixters que se forma a la hora de pagar provoca momentos muy divertidos…”
Actualmente, con la vista puesta en el futuro, su obsesión no es otra que mejorar aún más los eventos y crecer como marca, sin perder la esencia de una gran familia. Sin duda, un modelo de negocio diferente, que deberías conocer si eres un amante de la gasolina de 98 octanos y, ¿por qué no participar si disfrutas de un buen deportivo?
Más información: 6to6
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