Una de las medidas más controvertidas de la semana y de paso un buen toque de atención para el conductor europeo nos llegaba de la agencia federal para la seguridad en los transportes de los Estados Unidos. Según un supuesto estudio elaborado a partir de la experiencia adquirida durante diez años acerca de los accidentes provocados por distracciones en la conducción, habrían llegado a la conclusión de que el uso del móvil, incluso utilizando los llamados sistemas de manos libres, puede provocar accidentes.
Dicho organismo independiente ya habría instado a las autoridades a prohibir el uso del móvil, ya sea con o sin sistema de llamadas manos libres. Lo sorprendente es que a día de hoy tan sólo 9 de los 50 estados que componen esta potencia mundial, hayan prohibido expresamente el uso del teléfono móvil sin sistema de manos libres y sólo 35 prohiban expresamente la redacción de mensajes de texto. A tenor de la situación actual está claro que la prohibición total del teléfono móvil aún está muy lejos de producirse, no obstante el debate ya se ha iniciado.
Sin ir más lejos incluso las Naciones Unidas ya habrían conminado a los gobernantes a trabajar para acabar con la cultura del “conductor multitarea”, y por ende del empleo de cada vez más dispositivos que pueden accionarse en marcha y provocar cualquier mínima pérdida de atención.
Las Naciones Unidas advierten que es necesario acabar con el “conductor multitarea”.
Definitivamente es irrefutable que incluso realizar una llamada con un dispositivo de manos libres requiere una merma, por mínima que sea, de las capacidades cognitivas. Pero el aspecto más subjetivo es valorar hasta que punto puede producirse una pérdida de atención y esta suponer una distracción suficiente como para provocar un accidente. ¿Acaso nuestra atención disminuye más que si mantenemos una conversación con nuestro acompañante, sentado a nuestro lado? ¿Prohibirán más tarde a los conductores a hablar con el resto de ocupantes del vehículo?
Está claro que en materia de seguridad vial cualquier precaución es poca y que también hay que acotar el uso de la tecnología para evitar que esta acabe comprometiendo nuestra conducción segura. Pero de momento parece que no se llegará al extremo, al menos a corto plazo, de prohibir los sistemas de llamada de manos libres. De hecho muchos conductores por trabajo, por ocio o simplemente por vicio, no entenderían el acto de conducir sin poder mantener conversaciones telefónicas durante sus trayectos cotidianos.
¿Es necesario abrir un debate al respecto?
Fotografías: BMW | Parrot
Fuente: The New York Times
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