Todos sabemos que a los estadounidenses les encantan las estadísticas y los datos curiosos. Año tras año, se publican en el país norteamericano datos que reflejan cuáles son los coches más apreciados por los ladrones del país. Ya hace varios años que los ojitos derechos de los cacos son el Toyota Camry y el Cadillac Escalade, algo lógico puesto que el primero es uno de los vehículos más vendidos de EEUU y el segundo porque es uno de los coches que más pasiones levanta entre la “gente dada a tomar coches prestados sin permiso”, por decirlo de forma fina.
Para las marcas puede hasta llegar a resultar un orgullo que sus coches sean tan preciados, pero seguro que a los potenciales compradores de estos vehículos no las hace mucha gracia que su futuro coche tenga tantas posibilidades de desaparecer del garaje cualquier día. Por ello, General Motors ha decidido tomar cartas en el asunto y acaba de anunciar una serie de dispositivos que se ofrecerán en el Cadillac Escalade para intentar reducir la tasa de robos de este gitantesco SUV.
En total, son cinco elementos que no resultan ángeles de la guardia, pero sí ayudarán a disuadir a los ladrones que conozcan el escándalo que van a montar como intenten robar un coche con estos elementos. El dispositivo más importante quizá sea el sensor de inclinación, que hace saltar la alarma en caso de detectar que el vehículo se inclina respecto a la horizontal, situación fácilmente experimentable cuando se monta el coche en una grúa o cuando se eleva para sustraer las ruedas. Nada nuevo bajo el sol, pero el Escalade todavía no montaba esta solución.
Otro dispositivo también es un viejo conocido de los sistemas de seguridad. Se trata de un detector de impactos que, una vez más, hace saltar la alarma en caso de detectar un golpe brusco en el exterior del vehículo, tal como la rotura de una luna para sustraer los objetos que estén en el interior del vehículo. También se incorpora un nuevo sistema de tornillería para las ruedas, más seguro que el anterior, y un bloqueo de la dirección que hace saltar la alarma en caso de detectar movimiento de las ruedas cuando el coche está apagado y cerrado.
Por último, se añade una llave de acceso vinculada al sistema OnStar, una de las estrellas de General Motors, que bloquea el encendido del vehículo y la apertura de las puertas en el caso de que la llave esté lejos del coche. Como vemos, no hay nada novedoso como para considerar una tecnología nueva y, de hecho, me extraña que un vehículo que cuesta cerca de 90.000 euros en España no tuviera estos elementos de serie antes. Ahora que ya los tiene, los potenciales compradores del modelo estarán algo más tranquilos con estas sencillas medidas de protección.
Fuente: Autoblog.com
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