¿Os habíais olvidado del De Tomaso DeAuville? Probablemente vuestro subconsciente haya querido pensar que se trataba de una pesadilla o una broma de mal gusto, pero desafortunadamente es un coche tan real como la vida misma. El pasado Salón de Ginebra pudimos ver el coche en directo y mi compañero Óscar lo definió a la perfección como una decepción de 90.000 euros. Su ruptura con la historia de la marca De Tomaso es un despropósito que no ha gustado en general.
Acostumbrados a una joya como el De Tomaso Pantera, vincular el nombre de la marca italiana al de una especie de crossover difícil de catalogar en cualquier categoría provocó que las reacciones en Ginebra fueran adversas. Y peor fue cuando se supo que su precio base sería de unos 90.000 euros y a cambio recibiríamos una base mecánica de General Motors con el motor 2.8 V6 turboalimentado de 300 CV, con un interior transplantado directamente de un Cadillac SRX. En resumen, poca exclusividad para tal precio.
Esta mala acogida del público, unido a que los dueños de la marca quieran dedicar gran cantidad de dinero al desarrollo del esperado sucesor del De Tomaso Pantera, ha hecho que su desarrollo se haya visto paralizado. Aunque a principios se las prometían muy felices y el proyecto parecía que iba rodado, no se ha vuelto a saber nada del Deauville hasta hace unos días, y las noticias no son buenas para los intereses de los dueños. En esencia, los derechos de fabricación del coche han sido vendidos a una compañía china.
Concretamente, ha sido la empresa NAC la que ha adquirido los derechos por una cantidad cercana a los 15 millones de euros. NAC pertenece a su vez al gigante SAIC, que a su vez tiene varias joint-ventures con General Motors en Japón. A priori, este acuerdo parece beneficioso para el modelo en cuestión, puesto que los lazos que existen entre NAC y GM podrían permitir un acceso en condiciones más ventajosas a los componentes de GM utilizados para el desarrollo del Deauville, aunque la realidad no pinta tan bien.
De hecho, el único término del acuerdo que se conoce es el montante económico, no se sabe nada sobre si se va a fabricar definitivamente el coche, y is llegara a producirse, no se sabe si llegaría a comercializarse fuera de China. La principal conclusión extraída de esta operación es que De Tomaso se ha librado de esta carga a cambio de una inyección de dinero que permitirá seguir adelante el proyecto Pantera.
Hay quien dice que a lo largo de 2012 sabremos algo más de la vuelta de este esperado deportivo, pero parece pronto para que tengan algo listo, más aún teniendo en cuenta que la financiación no está siendo tan buena como se esperaba. También se desvanece los delirios de grandeza que los dueños de la marca avanzaron en la presentación del Deauville, adelantando que pretendían vender 3.000 unidades anuales en todo el mundo.
Fuente: Motor Trend
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