El superdeportivo del que os vamos a hablar hoy es único en su especie. La historia del Jaguar XJ220 se remonta a finales de los 80, de un atractivo y fascinante prototipo se confirmó el desarrollo definitivo de un histórico supercar del que apenas se fabricarían 281 unidades. Durante todo el desarrollo de esta máquina el papel de Tom Walkinshaw Racing fue imprescindible para poner en la calle una máquina de este calibre y solventar las incidencias que surgieron durante la fase de diseño. Una de las decisiones más importantes sería renunciar al V12 y optar por un más “sostenible” V6 de 3.5 litros turboalimentado por partida doble con sendos Garret T3.
Dado el papel de TWR en el desarrollo de esta máquina, no nos extraña que se reservaran el derecho a construir nueve unidades especiales, tres de ellas para competición, los XJ220C, cinco para calle y una adaptación a posteriori también para calle. Estas últimas se denominarían Jaguar XJ220S y este es concretamente el caso del deportivo de las fotografías que acompañan a este artículo.
La obsesión de TWR era el ahorro de peso, la mayoría de los paneles de aluminio de la carrocería original se remplazaron por fibra de carbono, se perfeccionó la aerodinámica con un splitter delantero y un gran spoiler ajustable posterior.
Aquellos Jaguar XJ220S de calle con espíritu de carreras, recibieron multitud de ajustes en la mecánica y la electrónica para aumentar su potencia hasta los 680 CV. Imagínense que derroche de potencia y prestaciones para un gigantesco deportivo de casi 5 metros de longitud que con la dieta de Tom Walkinshaw Racing apenas marcaba en la báscula 1.080 kilogramos.
Para supuesta al día, el propietario de este Jaguar XJ220S con número de serie 784, se permitió el lujo de repintar su máquina con el color gris Reventon de Lamborghini. Como suele suceder habitualmente con estas máquinas, la mayor parte del tiempo la pasó en el museo privado de su poseedor. En los últimos ocho años apenas habría recorrido 2.000 kilómetros y entre otras modificaciones incluiría un nuevo sistema de escape valorado en 20.000$ (prácticamente como un Ford Mustang V6). Se estima que esta unidad concreta homologa más de 700 CV.
Este mismo mes algún afortunado coleccionista tendrá ocasión de hacerse con tan preciada y exclusiva máquina. Se habla de un precio estimado en la próxima subasta de Arizona de entre 225.000$ y 300.000$ (175.000-235.000€). Lo cual no es demasiado elevado dado que se trata de un ejemplar único y muy raro y su precio original fue considerablemente más alto.
Fuente: RM Auctions
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