Cuando pensamos en el Mercedes 300 SL a todos se nos viene a la cabeza el mítico “alas de gaviota” de mediados de los años 50, concretamente de 1954. En su época, un superdeportivo adelantado a su tiempo, de prestaciones impresionantes y un diseño que casi 60 años después sigue siendo una referencia, un icono. No obstante, antes del “alas de gaviota” se construyeron 11 unidades de otro Mercedes 300 SL, una versión previa usada como sujeto de pruebas, un experimento rodante de lo más exitoso.
La expectación era grande, ya que Mercedes volvió en 1952 a la competición con los prototipos de los 300 SL, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Ese mismo año, los alemanes aseguraron los segundo y cuarto puestos en la Mille Miglia y dos dobles victorias en la Carrera Panamericana o las 24 Horas de Le Mans. El artífice fue un coupé con una estilizada carrocería construida en una aleación de aluminio y magnesio carrozada a mano en Sindelfingen y un revolucionario chasis tubular.
Las primeras dos carrocerías fueron construidas a mano en el taller de Rudolf Uhlenhaut, en Stuttgart-Untertürkheim. La idea de un chasis tubular fue causa de la búsqueda de un bajo peso, pero sin descuidar la resistencia. El chasis sólo pesaba 50 kg, y elementos del habitáculo como el freno de mano o el salpicadero estaban deliberadamente perforados para lograr un peso lo más bajo posible. En vacío, el primer Mercedes 300 SL pesaba sólamente 1.060 kg.
No es un peso espectacular para la época, pero hay que tener en cuenta un par de detalles que se nos podrían olvidar. El motor y la caja de cambios eran dos pesadísimos lastres procedentes de la berlina Mercedes 300 S. Los ejes también procedían de la berlina. No obstante, se podían mejorar ciertas características del coche. El bloque motor M194, derivado del M186 original empleado en el 300 S fue uno de los principales triunfos de los ingenieros de Mercedes.
De serie, el motor de 3.0 litros y seis cilindros en línea – con bloque de hierro fundido – entregaba una potencia de 115 CV, que fueron aumentados hasta los 170 CV a 5.200 rpm. Esto es de agradecer a un nuevo sistema de lubricación por cárter seco, una nueva bomba de combustible, una inclinación de cincuenta grados a la izquierda – en este caso para bajar el centro de gravedad – y la instalación de tres carburadores Solex de doble cuerpo. El motor seguía acoplado a una caja de cambios manual de cuatro relaciones.
La aerodinámica también fue muy trabajada para lograr un rendimiento excepcional en pista, y de ahí se derivan sus formas curvas y elegantes, o la decisión de instalar las puertas de apertura vertical. Con una altura de sólo 1,22 metros, se estimó que su coeficiente aerodinámico era de sólo 0,25, algo bastante complicado de conseguir incluso hoy día. Curiosamente, el vehículo actual con menor cX es el Mercedes Clase E Coupé, con un coeficiente de sólo 0,24, mejor que incluso un Toyota Prius.
El habitáculo era espartano, pero muy elegante. Instrumentación funcional, un discreto tapizado en color azul y asientos de competición, que por aquella época ni siquiera tenían reposacabezas. El primer prototipo del Mercedes 300 SL fue desguazado por la propia marca, pero la segunda unidad construida en un taller ajeno a la marca aún existía, y ha sido restaurada por el Mercedes-Benz Classic Center en Stuttgart durante los últimos meses, devolviéndola a su pasada gloria.
La parte más complicada del proceso de restauración fue la carrocería. Mercedes ha respetado las irregularidades originales y reparado las imperfecciones que han surgido con el tiempo. El motor original estuvo funcionando durante 10 horas en banco con la potencia original anunciada, tras tener que reconstruir la bomba de combustible prácticamente desde cero, en un coche de esa edad y 11 unidades de tirada encontrar repuestos es una utopía, incluso para la marca que lo construyó.
El habitáculo se mantuvo en buen estado original, aunque ha habido que retapizar muchos elementos. Algunas curiosidades del proceso es que Mercedes pudo restaurar la matrícula trasera, pero hubo de construir una nueva matrícula delantera. La estrella de Mercedes y el emblema trasero son originales. El vehículo fue mostrado en sociedad en el pasado Salón de Detroit. Os dejamos una galería en alta resolución con fotos del coche restaurado y el proceso.
Fuente: Mercedes
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