Castagna Milano ha conseguido hacerse una buena identidad entre los preparadores, si vemos uno de sus Fiat 500 enseguida lo asociaremos a este preparador si hemos visto alguna de sus obras anteriores. Lejos de la deportividad o radicalidad de otras preparaciones, Castagna siempre le da un cierto toque elegante, un poco retro, siempre con cierta inspiración marítima.
No tiene el renombre de otros preparadores como Brabus o Novitec, pero si buscas un 500 único, seguramente en Castagna tengan una buena solución. Y es que, tras conocer al Fiat 500 Tender2 con su particular techo de lona “bikini top” o conocer una de las últimas ideas del carrocero, creando una limusina eléctrica a partir de un 500, Castagna Milano ha decidido traernos una nueva visión del 500 con toda la identidad de este carrocero y un curioso resultado.
El carrocero centrado en sus últimas creaciones en el 500, nos ha dejado con una nueva variante de su carrocería. Bajo los nombres de CrossUp, SunnyUp y St Tropez y tomando como base al 500 en el primero de los casos y al 500C para las dos últimas versiones, Castagna Milano ha dado vida a un pequeño… Pick up.
La carrocería del utilitario italiano se ha estirado unos centímetros más para dar cabida a un baúl en su parte trasera, útil por si el maletero original del 500 se nos quedaba pequeño. Dando además un llamativo aspecto al pequeño de la familia Fiat.
En los tres casos destaca sus tonalidades marrones de sus detalles con especial mención al acabado woodie del CrossUp que nos recuerda inevitablemente a los familiares americanos de los 70. Pero donde realmente llama la atención la obra del carrocero es en las dos variantes del cabrio, la SunnyUp y St Tropez.
Siguiendo con el esquema que hemos visto en otros Castagna Milano, el lidero libio Gadafi tenía uno similar, el lateral del vehículo queda prácticamente en su totalidad al descubierto. Únicamente el pilar central se encarga de poner algún límite a su desnudez. En el SunnyUp la madera vuelve a convertirse en protagonista al cubrir el borde del umbral del marco dejando a la vista un interior en el que contrasta la tapicería con motivos claros y un volante en madera frente a la carrocería de un fuerte tono naranja.
En el caso del St Tropez, adquiere un toque más náutico en su diseño gracias al color blanco de su carrocería. De nuevo, nos encontramos con el borde descubierto acabado en madera al igual que el volante y una tapicería en beige.
Una particular visión del 500 con el ya habitual sello del carrocero, al mismo tiempo que se ofrece una solución práctica para el equipaje con el toque de Yate en pequeña escala ya habitual.
Fuente: Quattroruote
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