Rara es la semana que no tenemos noticias de un nuevo accidente de un supercoche. Precisamente por eso en ocasiones no debería considerarse noticia algo que está a la orden del día, y también podríamos pensar que no se debe de considerar diferente un accidente de un superdeportivo que el de un utilitario cualquiera que circule por nuestras carreteras. Cualquier accidente es una desgracia y debiera suponer la misma gravedad se trate del conductor de un deportivo de centenares de miles de euros o de un humilde trabajador que se desplaza en un vehículo con más de una década a sus espaldas.
Sin embargo (y creo que hablo por casi todos nosotros), está claro que aunque sea inconscientemente también nos vemos arrastrados por el exotismo y el morbo automovilístico gratuito que desprenden este tipo de accidentes. En esta ocasión el implicado es un Ferrari F430, que tuvo un grave percance en Klia (Malasia). La posición de conducción tan baja de un superdeportivo también tiene sus desventajas obvias en caso de accidente, como en este caso, en el que el F430 se coló por debajo de un guardarraíl.
Al parecer, en esta ocasión el exceso de velocidad no fue la causa del accidente, sino que su conductor (que se encontraba realizando un test drive, es decir, una prueba dinámica con la intención de adquirir el vehículo) simplemente perdió el control del coche y fue a parar contra el guardarraíl, colándose el F430 por debajo y poniendo en grave riesgo la integridad física de conductor y pasajero. Y es que, por mucha ayuda electrónica que haya, conducir un coche con 490 CV no es ningún juego de niños. Aunque en las imágenes no se aprecia con total claridad, parece que el F430 se llevó también por delante una farola.
El choque y el susto debieron ser de aúpa, mientras que el F430 quedó para el desguace. Quizás lo veamos dentro de un tiempo reciclado en forma de mesita para el salón o quizás aún tenga una pequeña oportunidad de sobrevivir, dado que la parte trasera del coche no sufrió demasiados daños y el motor parece intacto. Eso sí, su parte delantera y chasis sufrieron graves daños. Los dos ocupantes del vehículo la pueden contar, ya que han sufrido daños leves que no ponen en peligro sus vidas. Quién lo diría después de ver estas fotografías que asustan…
Fuente: Wrecked Exotics
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