La crisis está afectando directamente a nuestro bolsillo, una buena muestra de ello y aprovechando sus connotaciones para la industria del automóvil es el descalabro que sufrieron las matriculaciones de vehículos en 2011. Pero no fue el único sector afectado por la delicada situación económica actual, los fabricantes de barreras de protección para las carreteras (guardarraíles y muros de hormigón) alertan de que la inversión de las administraciones públicas habría descendido significativamente en los últimos cuatro años, tal y como advierte la Asociación Española de Fabricantes de Sistemas Metálicos de Protección Vial (SIMEPROVI).
Según conocíamos estos días de los casi 33 millones de euros invertidos por el Ministerio de Fomento en 2007 se habría pasado a apenas 0,3 millones de euros en 2011. Que se haya reducido la inversión en barreras de contención para evitar que los vehículos se salgan de la vía en caso de accidente constata el hecho de que el desarrollo de infraestructuras, ya sea construyendo nuevas carreteras o mejorando las ya existentes, se habría ralentizado hasta casi detenerse en los últimos meses.
Sin duda se trata de un ejemplo más de como la crisis nos afecta a todos, ya sea de manera directa o indirecta.
Siempre lo hemos dicho y así seguiremos haciéndolo, la mejora de la seguridad vial en nuestras carreteras no sólo depende de campañas de concienciación, sanciones y multas. También depende en gran medida de que las administraciones hagan especial hincapié en mejorar la red de carreteras, la seguridad de las infraestructuras y urgentemente solucionen aquellos puntos críticos, también conocidos como puntos negros, en los que se produce un elevado número de accidentes y en muchos casos fallecidos, por errores de diseño o planificación de la vía. Esta era una de nuestras peticiones a María Seguí, la nueva directora de la DGT en sustitución de Pere Navarro.
Por último recordemos que las barreras de protección son básicas para evitar muchos accidentes mortales, vehículos que se salen de la vía colisionando con obstáculos fijos o cayendo por un desnivel. Según SIMEPROVI las barreras suponen apenas un 1% de la inversión total en carreteras y sobran explicaciones para justificar el beneficio que suponen para la seguridad vial.
Aún más grave es el caso de los motoristas, puesto que una de las demandas más importantes de los últimos años habría sido la de la adecuación de las barreras para evitar, o al menos reducir, los daños que sufren estos al colisionar con su cuerpo desprotegido contra los peligrosos guardarraíles. Si se ha reducido hasta prácticamente paralizarse la inversión en este tipo de infraestructuras quiere decir que la renovación de las barreras actuales también se ha estancado.
Fuente: Europa Press | Motorpasión
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