Se llegó hablar muy seriamente de que Mercedes-AMG planeaba el lanzamiento de versiones diésel de altas prestaciones, pero todo son negativas actualmente, según se deja entrever en una entrevista de Autocar a Ola Kallenius, director de la rama deportiva de Mercedes-Benz. ¿A qué vienen dichas declaraciones? A colación del lanzamiento de básicamente el BMW M550d xDrive, amparada bajo el paraguas de BMW M Performance Automobiles, con la filosofía de BMW Motorsport pero con una aproximación diferente.
El BMW M550d lleva un motor 3.0 con tres turbocompresores que desarrolla unos alucinantes 381 CV y un par motor superior a 700 Nm. El resultado es que gracias a la tracción total apenas es 0,4 segundos más lentos que el BMW M5 en el 0 a 100 km/h. Eso son 4,7 segundos en el 0-100. Es diésel. Y consume una media de 6,3 l/100 km. Puede que sea una traición a la filosofía de BMW Motorsport, pero se mire como se mire, es alucinante. Aún así, en AMG no están dispuestos a seguir la estela diésel.
Los jefes de AMG sí que creen que iría en contra de la filosofía de altas prestaciones. Uno de los argumentos que blanden es que los diésel no tienen la respuesta, sonido y prestaciones de un buen motor de gasolina. Además, los motores de gasolina de última hornada, como el 5.5 V8 Biturbo de AMG combinan lo mejor de ambos mundos con consumos que son muy contenidos para tratarse de un motor con más de 500 CV.
AMG no es ajena al diésel, de hecho, lanzó en 2003 el Mercedes C 30 CDI AMG, cuyo motor 3.0 diésel de cinco cilindros desarrollaba 230 CV en una época en la que muy pocos diésel llegaban a esa potencia o sea asociaban a la deportividad. AMG reconoce que el diésel fue considerado una de las opciones de futuro, pero que actualmente no se encuentra en sus planes. En estos momentos AMG podría estar desarrollando un competidor para el Porsche 911, es todo lo que sabemos
Fuente: Autocar
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