Se actualiza la berlina de referencia de BMW con una nueva generación, y ya van seis, de uno de los modelos más relevantes para la marca alemana por el volumen de ventas que representa. Con motivo de su lanzamiento esta misma semana en España nos pusimos al volante de esta nueva generación de BMW Serie 3 para comprobar si en efecto ha mejorado en ciertos aspectos tanto como habíamos venido contando en los últimos meses y si el salto generacional es apreciable, más allá de la línea continuista de su estética, con sutiles pero importantes cambios.
En nuestra prueba tuvimos ocasión de ponernos al volante de BMW 320d, el más modesto del plantel de modelos que había dispuesto la marca para esta prueba inicial y en la que prácticamente se había cubierto toda la oferta que existirá en España en su lanzamiento. No obstante este diésel con un acabado modesto probablemente se convertirá en la opción más popular hasta que vayan introduciéndose nuevas mecánicas en la gama del nuevo BMW Serie 3.
El BMW Serie 3 ha crecido considerablemente y eso se aprecia a bordo
Siguiendo la tendencia actual el nuevo BMW Serie 3 ha crecido respecto a su predecesor 93 milímetros y especialmente importantes son los 50 milímetros de aumento de su batalla que pretenden redundar en un mayor espacio a bordo, una mejor habitabilidad y aplomo sobre el asfalto. La anchura de vías también ha crecido 37 milímetros y 47 milímetros en los ejes posterior y anterior respectivamente.
Probablemente la novedad más importante y el mayor salto cualitativo que ha vivido esta nueva generación de BMW Serie 3 haya sido la del aumento del espacio en las plazas traseras que ha conllevado su crecimiento exterior. El espacio para las piernas a la altura de las rodillas ha crecido 15 milímetros y la altura al techo 8 milímetros. Sus predecesores quizás pecaban en ese aspecto de poco espacio, especialmente en una plaza central considerablemente penalizada por la presencia del túnel de la transmisión.
En el nuevo BMW Serie 3 se aprecia que ha aumentado especialmente el hueco para las piernas, ya no sólo por el crecimiento de la carrocería sino también por la disminución del grosor de los asientos delanteros. Otro punto que ha mejorado es el acceso al habitáculo por las plazas traseras, más holgado y cómodo por el aumento del tamaño de las puertas y también por haberse retrasado los pasos de rueda posteriores (por el aumento de la batalla) que hasta ahora condicionaban también el diseño de la banqueta posterior.
Fusionando modernidad y los detalles clásicos de BMW
Para conferirle presencia se ha optado por prolongar el capó de este BMW Serie 3 dotándolo de un pequeño voladizo entre la tapa del motor y la clásica parrilla vertical con los riñones de BMW. Los faros por su parte se han achinado y conectado con el borde cromado de la parrilla. Una de las premisas de la marca en este BMW Serie 3, y también de sus predecesores, será la combinación de algunos detalles clásicos y selectos y la modernidad del que aspira a ser la referencia de las berlinas medias prémium en Europa.
Otro de los detalles que más sorprende al contemplar exteriormente al nuevo Serie 3 es la altura de un capó con apariencia sobredimensionada que también le confiere un aspecto más musculoso y atlético. La razón de ser de este detalle, más allá de la estética, es el trabajo de BMW para mejorar la seguridad pasiva y reducir las lesiones producidas a los peatones en caso de atropello.
A diferencia de otros sistemas activos que actúan sobre el capó, el BMW Serie 3 cuenta con una tapa para el motor que ha sido diseñada para deformarse controladamente al impactar con un peatón dejando un pequeño vano entre el capó y el motor, consecuencia de la altura de este. A falta de las pruebas del Euro NCAP que corroboren este detalle, las lesiones que se producirían serían menos acusadas que en otros vehículos cuyo capó está casi a ras con el bloque del motor.
Muy espacioso para portar objetos a bordo y en el maletero
El BMW Serie 3 cuenta con un espacioso maletero en el que se puede cargar un volumen de equipaje de hasta 480 litros. Lo cierto es que el crecimiento es bastante pequeño, tan sólo 20 litros, respecto a su predecesor, teniendo en cuenta la nueva longitud de la carrocería. Aparentemente en profundidad no parece haber crecido considerablemente. La boca de carga es algo estrecha, una imposición del diseño de este sedán medio cuyo voladizo posterior es bastante corto. La anchura quizás queda penalizada también en cierta medida por unas bisagras de gran tamaño que aportan bastante solidez a la tapa del maletero.
Por su diseño el BMW Serie 3 no podrá contar ni tan siquiera con una rueda de repuesto temporal, en cualquier caso sólo se podrá optar por un kit de reparación de pinchazos o directamente por neumáticos run flat que permiten su utilización tras un pinchazo.
A bordo existen multitud de huecos portaobjetos. En sendas puertas existe un bolsillo en el que se pueden alojar botellas y latas con un diámetro de 33 centilitros, igualmente en la consola central y tras el pomo del cambio existe un hueco adicional en el que caben dos latas pero que habitualmente está cubierto con una bandeja extraible muy práctica para dejar las llaves, el móvil u otros objetos de poco tamaño.
La guantera del nuevo BMW Serie 3 es muy pequeña, probablemente por el hecho de que el salpicadero se haya diseñado de forma asimétrica para que la plaza del acompañante pueda ir ligeramente adelantada.
Un habitáculo visiblemente más luminoso gracias a una mayor superficie acristalada
En su diseño siguiendo los rasgos propios de BMW, también se ha tratado de desplazar hacia atrás y disminuir la altura de la línea de lunetas laterales, limitando el tamaño del voladizo posterior. Este detalle se aprecia especialmente en las ventanillas posteriores. El resultado es una mayor superficie acristalada y una mayor iluminación del habitáculo.
Una vez más se aprecia el salto de calidad que ha vivido esta Serie 3 precisamente para mejorar en un aspecto básico como es el confort en marcha. Probablemente esa sea la cualidad más importante a destacar en esta nueva generación.
El puesto de conducción del BMW Serie 3, siempre enfocado al conductor
A bordo el diseño sigue siendo el habitual en los BMW, un puesto del conductor orientado a este, ergonómico y eminentemente práctico. Una generosa consola central que acoge la palanca de cambios, o el selector de marcha en el caso de los automáticos, y escorada a la derecha la interfaz del equipo de navegación que por cierto es considerablemente grande y se despliega en la zona central y superior del salpicadero.
La consola central destaca por su generoso tamaño pero también tiene sus defectos en algunos detalles concretos. Si bien es cierto que el pomo de la palanca de cambios, en este caso con transmisión manual, está situado a una distancia correcta del reposabrazos y una altura bastante buen para reducir la distancia con el volante, la presencia de un reposabrazos fijo limita un tanto nuestros movimientos y las posibles configuraciones del asiento delantero.
Hasta cierto punto este reposabrazos fijo puede provocar que nos resulte algo incómodo utilizar la interfaz giratoria del sistema multimedia de este BMW Serie 3.
Tres ediciones, para tres tipos de cliente: Sport, Luxury y Modern
El nuevo BMW Serie 3 se comercializa en España con una versión básica, de entrada, y tres líneas de acabado bien enfocadas al uso y las necesidades del cliente típico que se decantará por esta berlina: Sport, Luxury y Modern. Para optar por otra de las versiones más interesantes, demandadas y visualmente atractivas, el Paquete deportivo M, aún habrá que esperar hasta verano.
La línea Sport ha sido rematada con inserciones de color negro brillante en la carrocería, los perfiles de las ventanillas, los colines de escape y las carcasas de los retrovisores (en este punto he de mencionar que en la versión de muestra que se nos presentó, la superficie de los retrovisores aparecía con arañazos muy visibles, véase detalle en esta foto). Dependiendo de la mecánica cuenta con llantas de 17 o de 18” con radios dobles. A bordo las costuras y los aros de la decoración y el cuadro de instrumentos son rojos.
La línea Luxury aboga por los cromados brillantes. Para las llantas se ha optado por 17 y 18” pero en este caso con radios múltiples. A bordo se ofrecen dos tejidos de tapicería en cuatro combinaciones de color diferente, así como inserciones de madera que resaltan el lujo y la elegancia de esta versión. La línea Modern es algo más sencilla con inserciones de aluminio mate satinado. Las llantas de 17 y 18” son de tipo turbina. A bordo se ofrece con acabado de color negro o el denominado Oyster oscuro.
Más adelante llegará el paquete deportivo M que incluirá llantas de aleación ligera de 18 o 19”, chasis deportivo M, acabados de pintura especiales, frenos deportivos, embellecedores con el emblema M, asientos deportivos de tela y Alcántara, kit aerodinámico exclusivo…
El BMW 320d blanco de las fotografías que ilustran esta prueba concretamente estaba dotado de la Línea Modern y fue la unidad de prensa que tuvimos ocasión de probar para desgranaros más en profundidad los detalles de su conducción en la segunda entrega de nuestra prueba.
En Diariomotor: Nuevo BMW Serie 3 2012: llega la renovación de la berlina bávara
