Pequeño descapotable pensado por y para el relax. Un capricho para darse si a uno le entusiasma la concepción de un diminuto cabrio y está dispuesto a no juzgarlo por su precio o por los pequeños detalles, en los que quizás el pecado original de haber nacido Twingo pasaba factura. Tras una fructífera prueba del Renault Wind en la Costa Azul francesa, Niza para más señas, mi compañero Óscar llegaba a estas y otras conclusiones acerca de uno de los modelos más peculiares de cuantos hayan fabricado los galos en los últimos años.
No han sido necesarios ni dos años en los concesionarios españoles para percatarse de que el Renault Wind es un producto tan peculiar y de nicho, que su rentabilidad en términos comerciales es difícilmente justificable. Además, lejos de lo que nuestra meteorología pudiera dar a entender, nuestro país tampoco fue nunca de tradición descapotable. Definitivamente el Renault Wind ha abandonado el mercado español, siguiendo la senda de otros países como el Reino Unido donde también se acaba de detener la comercialización de este benjamín de los cabrios de Renault.
A lo largo del pasado año el Renault Wind apenas fraguó 65 ventas en todo el territorio nacional, y el fin de la temporada de descapotables hizo que en la tendencia invernal fuera de apenas 2 unidades mensuales. Aún así lo importante no es juzgar a un producto de estas características por su volumen de ventas, ese no era su cometido, sino por lo interesante de ofertar diferentes alternativas que amplíen el rango de actuación de la marca y se abran a diferentes nichos en los que la competencia es realmente reducida, véase el descapotable del segmento A.
Pero a fin de cuentas quien inexorablemente tendrá que dictar sentencia serán las estadísticas, las cifras y los beneficios aportados para la marca. El Renault Wind siempre estuvo alejado de grandes campañas publicitarias y promociones que animasen su comercialización. Tal vez este modelo no sólo tuviera que enfrentarse al handicap de un precio un tanto elevado y la incomprensión de pertenecer a un nicho de mercado tan concreto, sino también a un desconocimiento bastante generalizado por parte de sus potenciales clientes, ¿no creen?
Fuente: Renault | ANFAC
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