Tras conocer el apartado más técnico del motor 1.0 Ecoboost de Ford, llega el momento de ponernos al volante del Ford Focus y probar en marcha este motor. El lugar elegido, una ruta por la que haremos un par de kilómetros por autovía y el mayor grueso del trayecto por un tramo bastante revirado desde el aeropuerto del El Prat hasta quedarnos a pocos kilómetros del Parque Natural de Montserrat.
Como breve repaso, nos encontramos ante un motor de un litro de cilindrada, con tres cilindros y una potencia de 100 o 125 caballos gasolina. En esta ocasión pusimos a prueba la versión más potente que al igual que el 100 caballos tiene un par de 170 Nm. Vimos que Ford había recurrido a unas ingeniosas técnicas, como el desequilibrado del volante de inercia para compensar las vibraciones propias de un tres cilindros, ahora sí, llega el momento de arrancar el 1.0 Ecoboost y ponernos en marcha.
Estamos en el parking del aeropuerto del Prat, una vez elegido el coche que me va a acompañar durante los próximos 80 kilómetros, ajustamos los asientos, indicamos la ruta en el navegador y presionamos el botón Power. Silencio. Un sonido bajo suena en la parte delantera. No han llegado vibraciones al habitáculo en el arranque. Comenzamos bien.
Recorremos los primeros kilómetros, todavía no comenzamos a fijarnos en la franja de revoluciones o su capacidad para estirar, estamos centrados en el sonido. Cómodo, silencioso, escasa rumorosidad la que entra en el habitáculo circulando por los alrededores del aeropuerto. Una pequeña distancia por autovía y salimos dirección al tramo de curvas ascendente que nos llevará hasta el punto de encuentro.
Tomamos las primeras curvas y empezamos a subir el ritmo, hundiendo un poco más el pedal del acelerador para comprobar la respuesta del tres cilindros. El sonido ahora se torna bronco, peculiar, parece que suena en la lejanía, no cerca de nosotros.
Dejamos el sonido de su motor mientras comenzamos a fijarnos en otros de los aspectos de este bloque. La zona revirada nos permite comprobar sus bajos, con una marcha más alta, circulando bajos de revoluciones, vemos como a partir de las 1.400 rpm adquiere un comportamiento dócil, tranquilo, no está muerto, tampoco está entregando toda su capacidad, simplemente se mueve apacible sin pedirnos que bajemos una marcha para ir cómodos, se mueve bien circulando a ritmos normales.
Hundimos un poco más el acelerador. Las revoluciones del motor suben, llegamos a las 2.000 rpm y el propulsor parece comenzar a estar más vivo dentro de la progresividad de este bloque, comenzamos a subir bajo la melodía del bronco sonido de su motor, más vivo. Estiramos, estiramos un poco más, 3.000 rpm, 4.000 rpm y el motor, permite juguetear entre las curvas mientras nos movemos en la tercera y cuarta velocidad, sigue subiendo un poco más de vueltas.
Mientras circulamos comprobando la faceta más alegre de este bloque, podemos ir repasando algunos de los aspectos de su comportamiento. El recorrido del pedal del acelerador me parece bastante corto, la entrega progresiva, el cambio bueno, pero su situación no me parece del todo cómoda. El volante de aro estrecho me gusta, el tacto de la dirección no esta mal no es demasiado artificial, un punto medio más cercano a la comodidad que a un tacto duro. Un vistazo a su panel y todo claro, tras el volante indicadores de velocidad media, consumo… la vista a un lado y la pantalla del navegador, para mi gusto, demasiado pequeña.
Seguimos trazando las curvas, el consumo homologado del motor de 125 caballos es de 5 l/100 km y no dudo de que se puedan conseguir con un uso normal. Desde luego, el uso probando el comportamiento del motor en todas las condiciones no es lo más propicio para buscar el consumo más ajustado, estamos estirando las marchas, moviéndonos entre curvas, algo de tráfico ocasional, tramos lentos con bastantes curvas y ascendiendo… como el consumo medio que se coloca en los 7.9 l/100 km, el ritmo es alto, el consumo totalmente justificado, no es difícil conseguir los 5 l/100 km que homologa.
Llegamos a nuestra parada. Viñedos y la curvilínea silueta de Montserrat al fondo. Hora de recapitular algunas de las sensaciones del tres cilindros. Si me tuviese que quedar con un concepto de este bloque sería su rango de utilización. Por un lado permite circular en la parte baja del cuentarevoluciones, con consumos bajos y sin quedarse muerto, por otro, permite estirar las marchas, buscarle algo las cosquillas con su peculiar sonido de fondo demostrándonos que lo que tenemos bajo el capó no es un cuatro cilindros y jugando con la tercera y cuarta mientras sube de revoluciones.
La idea, que así nos transmitió Ford y que así se percibe, es que es un buen motor para convencer a una población demasiado arraigada en el diésel. Económico como el primero permitiéndote circular bajo de vueltas. Pudiéndolo estirar un poco como gasolina que es. Un usuario normal no apreciará si es un 3 o 4 cilindros, alguien que utilice el coche para ir de A a B, que busque un coche práctico con consumos contenidos, puede encontrar en esta opción un buen candidato. Recordemos que para comenzar a compensar la compra del diésel frente a este gasolina, deben pasar 310.000 kilómetros.
Volvemos a montarnos en el coche, en esta ocasión, en lugar de un Wagon, un Focus con la carrocería tradicional. Volvemos a recorrer el tramo a la inversa, otros 80 kilómetros, de nuevo las mismas curvas, algún pequeño tramo urbano donde se activa el start&stop, jugando un poco más con el cambio, las últimas curvas y de nuevo en el aeropuerto de El Prat. Es el momento de despedirse del Focus 1.0 Ecoboost.
Tenía curiosidad por probar este bloque, imagino que como muchos de vosotros y la prueba me ha dejado un grato sabor. Hay que tener en cuenta que se trata de uno de los primeros escalones de la gama, no es el ST y cumple a la perfección con su cometido con una enorme progresividad y franja de utilización, como ya he dicho, puede ser una buena opción para convencer al grueso de los consumidores de que no siempre es necesario un motor diésel.
En otras ocasiones ya hemos probado el Ford Focus, por lo que si queréis conocer más detalles sobre el modelo, más allá de esta nueva motorización, puedes leer la presentación en Segovia del modelo o la prueba en profundidad del 1.6 TDCI de 115 caballos.
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