Es mi cumpleaños y me encuentro sólo viajando en un avión camino de Londres. Sin duda, un mal día para estar lejos de quien más quieres y de tu familia. Pero esta vez la ocasión merece la pena, porque nos habían invitado a tres afortunados periodistas a probar el McLaren MP4-12C en el aeródromo de Dunsfold, también conocido como el circuito de pruebas de Top Gear, un lugar idílico para conducir uno de los mejores superdeportivos del mercado con unas prestaciones de infarto: 600 CV, 0 a 100 km/h en 3,1 segundos y un precio de 223.110 euros. Sin duda era más que un regalo de cumpleaños…
Después de 5 años de desarrollo, ya nos habíamos cansado de ver fotografías espía de los prototipos P11 rodando por todo tipo de carreteras y circuitos. De hecho, los ingenieros de desarrollo han realizado pruebas por una distancia equivalente a 40 vueltas al mundo. La enfermiza obsesión por la perfección de Ron Dennis para hacer un producto verdaderamente eficaz les ha llevado a trabajar con los propios ingenieros del equipo de Fórmula 1 y realizar programas intensivos de pruebas seis días por semana y 24 horas diarias, con grupos que alternaban su trabajo durante el día y la noche… por lo que el producto debía ser bueno, muy bueno.
El sucesor del McLaren F1 quiere destronar a Ferrari…
El McLaren MP4-12C está fabricado por McLaren Automotive, un spin-off del grupo McLaren. Este fabricante británico de automóviles deportivos cuenta con una dilatada trayectoria, al estar amamantado por el McLaren Racing Team, la escudería de Fórmula 1… y claro, teniendo en cuenta los tiempos que corren actualmente, es un gran desafío relanzar una “nueva” marca totalmente independiente por la enorme inversión económica que supone y por todo el esfuerzo que hay tras la fabricación de un vehículo: ya sea la propia red de distribución, las pruebas de desarrollo o la producción en serie… todo a partir de cero.
Tiene mérito que, tras la desvinculación comercial con Mercedes-Benz, la mayoría de los componentes se fabriquen en la sede central de Woking, incluidos motores, chasis y suspensiones. De hecho, se persigue una fabricación autosuficiente: sin contar con otras empresas. Pero, aunque ése sea el objetivo, de momento hay una pequeña cantidad de piezas que se encargan a proveedores externos – o se han realizado con su colaboración – resultando, sin embargo, un número insignificante. Además, McLaren no tiene pensado fabricar un único vehículo; el MP4-12C es el primero de muchos otros que vendrán detrás pues está previsto comercializar un nuevo modelo anualmente.
Sus orígenes se remontan a 1994, cuando se fabricó el McLaren F1, considerado por muchos el mejor deportivo del siglo pasado, así que el listón estaba muy alto. Costaba cerca de un millón de dólares y fue de lo más exclusivo del momento pues su producción se limitó a sólo 106 unidades…. McLaren se empeñó en que el nuevo 12C no podría defraudar y así ha sido.
Además, este MP4-12C ha sido diseñado con un objetivo que los responsables de McLaren no tratan de esconder en ningún momento: batir al Ferrari 458 Italia. Para ello, han tenido tiempo de conducir a fondo al italiano y diseccionarlo pieza por pieza. Si lo consiguen, probablemente estaremos hablando de uno de los mejores superdeportivos de cuantos han existido.
Tres periodistas, tres MP4-12C, un día por delante y mucha gasolina que gastar
El ambiente que encontramos nada más llegar al circuito de Top Gear era sublime: allí aguardaban tres unidades del McLaren MP4-12C, una para cada uno de los tres periodistas que habíamos sido invitados. Había dos unidades de color naranja que serían utilizadas para rodar en el circuito y otra de color rojo que también conduciríamos en carretera abierta, en un recorrido que había sido programado previamente.
Mi ilusión por comenzar las pruebas era superlativa… no había tiempo que perder. Por delante teníamos una jornada repleta de pura adrenalina y emoción. Además, existen pocos escenarios tan emotivos para probar este vehículo como es el circuito de Top Gear, no sólo por su importancia mediática, sino por ser la cuna dónde se ha desarrollado y evolucionado este MP4-12C – junto con las instalaciones del IDIADA en Tarragona -.
Previamente habíamos tenido las consabidas charlas con los responsables de la marca, pudiendo conocer a la plana mayor de McLaren Automotive. Personajes tan ilustres como Alan Foster –director de operaciones-, Antony Sheriff –director general-, Dick Glover –jefe de investigación- o Christian Marti –director regional para Europa- compartieron con nosotros distintos secretos y bondades de la nueva criatura.
Curiosamente, todos ellos hicieron especial hincapié en la importancia de la transferencia de conocimientos que se ha producido desde la Fórmula 1, para lograr una “experiencia de conducción” única. Querían soluciones innovadoras, que hiciesen al MP4-12C diferente de sus competidores.
Estilo inglés y genes españoles para un diseño exterior bastante mesurado
Su diseño tiene ADN español, por ser obra de Frank Stephenson, hijo de una malagueña y ex de BMW y Ferrari… Todo partió de un folio en blanco. En primer lugar se crearon sus entrañas: un chasis que debía ser de fibra de carbono y una estructura con motor central para, finalmente, diseñar una silueta discreta, con cortes suaves, que sigue el espíritu del McLaren F1.
Las tres unidades del McLaren MP4-12C aparcadas en el paddock del aerodrómo tenían un aspecto imponente, aunque he de reconocer que cuando vi las primeras fotografías del 12C quedé algo desilusionado porque le daba un aire al antiguo F1 y no sorprendía con nada rompedor… incluso me resultaba algo anticuado. Sin embargo, cuando poco después pude ver en persona la primera unidad traída por el Grupo Guarnieri a una exposición en Puerto Banús todo cambió… Es un coche poco fotogénico que gana muchísimo en vivo.
Su apariencia no parece demasiado llamativa o atractiva, está más bien orientada a no “pasar de moda”. No tiene ese carácter pasional del Ferrari 458 Italia o intimatorio del Lamborghini Aventador LP700-4 que ya probamos en Italia. Habrá quien piense que está falto de romanticismo pero, no lo veáis sólo como un inconveniente…, para muchos de sus compradores éste será uno de sus atractivos.
Durante la noche anterior a la prueba pudimos compartir mantel con Frank Stephenson, cercano e incluso con humor andaluz… y la pregunta fue obligada: ¿por qué llamarle MP4-12C? Pues bien, las siglas “MP4” significan McLaren Proyect 4 que hacen referencia al McLaren MP4-1, el primer monoplaza moderno de Fórmula 1 de McLaren, que empleó un chasis de fibra de carbono.
El número “12” es un algoritmo obtenido a partir del índice interno del vehículo teniendo en cuenta cuatro valores de rendimiento del McLaren –potencia, peso, emisiones de CO2 y eficiencia aerodinámica- así como de sus principales competidores. ¿Cómo han calculado ese coeficiente? Es secreto –confiesa Frank entre risas-. Por último, la letra “C” sirve para recalcar que el chasis es un monocasco de fibra de carbono.
Entre las soluciones más novedosas adoptadas por Stephenson destacan unas puertas que se abren sin manillas o un aerofreno escondido en la zaga. Por ejemplo, la ausencia de tiradores para abrir las puertas ha sido subsanada gracias a un discreto sensor oculto bajo la carrocería que activa la apertura cuando detecta el calor de nuestra mano, ideas futuristas…
Por otro lado, el aerofreno se despliega 57 grados en frenadas contundentes, una solución ya utilizada por McLaren en el cotizado Mercedes SLR. El aerofreno no sólo ayuda a disminuir la velocidad en deceleraciones contundentes, además ejerce un downforce equivalente a 80 kilos – para mejorar la estabilidad – al alzarse a más de 100 km/h.
En la zaga hay dos detalles que me han gustado especialmente: las luces de tipo LED que sólo pueden distinguirse cuando se iluminan al accionar el pedal del freno o los dos prominentes escapes situados por encima del espacio reservado para la matrícula.
Además, también relucen los espejos retrovisores opcionales en fibra de carbono y las dos grandes entradas de ventilación laterales, junto a las puertas. Por cierto, estas últimas se abren hacia arriba y hacia afuera como las del Mercedes SLR o el McLaren F1 – nada que ver con la apertura totalmente vertical de las puertas del Lamborghini Aventador -, produciendo un auténtico espectáculo cada vez que alguien entra o sale del habitáculo.
Todos a sus puestos, el circuito espera
Me dicen que me suba a la unidad de color “naranja McLaren”, que me acompañará la mayor parte de la jornada, excepto cuando tenga que salir a la vía pública. En primer lugar, Mat, un probador de la marca, me acompaña para explicarme el funcionamiento de los distintos sistemas, especialmente entre los modos “Normal”, “Sport” y “Track”, así como el trazado ideal del circuito y sus secretos. Mat sale disparado como una exhalación, mientras chirrian las ruedas y mi cuerpo se pega al bacquet cual pastel de gelatina… suficiente para estar a punto de mojar el asiento.
Apenas han pasado diez minutos cuando volvemos a boxes e intercambiamos posiciones. Llega el momento de la verdad. Toca ponerse a los mandos del McLaren MP4-12C. Paso a ocupar el asiento del conductor dispuesto a comenzar la prueba aprovechando las largas rectas del aeródromo, para comprobar la capacidad de aceleración, frenada y estabilidad a más de 300 km/h.
Mat me pide que pruebe a cambiar los modos de conducción para notar la diferencia entre ellos. Lo cierto es que se muestra increíblemente rápido y el sonido en el interior del habitáculo a 8.000 vueltas, pisando a fondo en la larguísima pista de aterrizaje del aeródromo resulta ensordecedor; no tiene nada que envidiar en intensidad al de algunos superdeportivos italianos.
Una vez realizada esta pequeña toma de contacto, toca pasar al circuito de Top Gear. Allí nos esperan las famosas curvas de Gambon, Follow-through o Hammerhead que tantas veces hemos visto en televisión… pero de todo eso y más os hablaremos mañana. Así que aquí os esperamos, mientras sentimos dejaros con la miel en los labios.
Continuará…
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