Como os comenté ayer en la primera parte de la prueba del McLaren MP4-12C, rodar en el circuito de Top Gear es una experiencia que cualquier persona debería hacer, al menos, una vez en su vida. Es una de esas tareas que tienes apuntada en la agenda bajo el apéndice “antes de morir”… Obviamente, si el vehículo con el que lo haces se llama McLaren MP4-12C pues será una experiencia irrepetible, aunque me habría conformado con el Kia Cee’d que usan como “coche de precio razonable”.
Escondido en un vano motor repleto de fibra de carbono se esconde el potente motor con código interno M838T, diseñado y fabricado por McLaren Automotive en colaboración con la empresa británica Ricardo. Es un V8 doblemente turboalimentado que cubica 3.8 litros y rinde unos atroces 600 CV, con cárter seco, cigüeñal plano y colocado muy bajo. Por tanto, con estos números queda patente que, sobre el papel, está por encima del Ferrari 458 Italia. El inglés tiene 30 CV más que el italiano y más par motor, alcanzando 600 Nm entre 3,000 y 7,000 vueltas.
Los turbos han sido instalados ahí para mejorar la eficiencia del motor. De hecho, en McLaren se enorgullecen de las emisiones tan reducidas de CO2: sólo 300 gramos por kilómetro, lo mejor del segmento. En cambio, por otro lado, no ayudan a lograr un sonido del motor que acongoje, si bien los escapes en el modo más deportivo (“track” o circuito) suplen con creces esta función, consiguiendo un bramido atronador. Sinceramente, el motor es impresionante…
[video_adspot]http://www.youtube.com/watch?v=gJBGdNXkHzg[/video_adspot]
El circuito es sencillo, con forma de “ocho” a gran escala. Es una pista muy fácil de memorizar y poco técnica. Doy un par de vueltas de reconocimiento, acompañado de Mat que me va explicando los principales secretos pero, en apenas una vuelta, noto como ya voy rodando muy rápido. Probamos a hacer una salida a fondo con el Launch Control activado. El McLaren MP4-12C sale escupido con una aceleración brutal y un sonido efectivo y profundo, casi apocalíptico como diría Pedro Piqueras; aunque al ralentí resulta bastante discreto en comparación con la competencia.
En modo “Track” la intensidad de sonido filtrado al interior es palpablemente mayor que en los modos “Normal” y “Sport”. Hace el 0-100 en sólo 3,3 segundos, pero aún pueden rasparse un par de décimas si se emplean neumáticos Corsa, alcanzando los 100 km/h desde parado en sólo 3,1 segundos… cifras que asustan. A 100 km/h sólo tarda 5,5 segundos más en ponerse a 200 km/h y de ahí hasta 330 km/h, su velocidad máxima en un abrir y cerrar de ojos.
Pocos metros después te encuentras con Crooner, una curva rápida de derecha a izquierda que puedes pasar sin miedo con el acelerador pisado a fondo, hasta antes de llegar al cartel de 100 metros para Wilson. Entonces, Mat me dice que clave los frenos y me tire al exterior antes de meterme para adentro mientras controlo el gas con suavidad. Los cambios de marcha son instantáneos, toco la leva y la marcha ya está dentro. La única opción es un cambio de doble embrague y siete relaciones desarrollada junto a la empresa Graziano, no ofreciéndose como opción su homólogo manual.
Pisas a fondo y te das cuenta lo increíblemente rápido que sube hasta las 8,500 vueltas, una cifra que resulta casi imposible para un motor con turbo. Justo después de cruzar los neumáticos llegas a Chicago, una curva lenta a derechas en la que debes entrar con cuidado de mantenerte bien cerca del piano interior a la curva. La tomas en segunda marcha y es quizá una de las más divertidas porque te permite salir con el coche ligeramente cruzado. De hecho, al final de las tarde, comienza a chispear y Chicago es la curva que me produce una sonrisa más amplia.
Lo mejor de todo, incluso con lluvia, es que el McLaren MP4-12C no sufre pérdidas de tracción al prescindir de un autoblocante mecánico. Durante el desarrollo del McLaren, los ingenieros comprobaron que uno electrónico era igual de efectivo que uno mecánico, y que podía suplirle con las mismas garantías, ahorrando más de 30 kilos de peso…
Antes de Chicago puedes aprovechar la función pre-cog del cambio de doble embrague que te permite preparar la nueva marcha que vamos a seleccionar simplemente tocando sutilmente la leva, de forma que éste se produzca de forma más frugal cuando sea el momento adecuado… algo así como el enfoque de una cámara de fotos.
Donde más sorprende es en línea recta. Tiene una habilidad especial para salir como un cohete en una exhalación, con una capacidad de aceleración alucinante. Pasas una larga recta donde alcanzas algo más de 320 km/h para, a continuación, frenar con muchísima fuerza gracias a los frenos carbocerámicos opcionales que montaba nuestra unidad para entrar a 100 km/h en la chicane de Hammerhead. Pierdes más de 200 km/h en una frenada de poco menos de 100 metros mientras notas la importancia del papel del aerofreno que hace que sea mucho más potente la frenada a la par que menos progresiva cuando éste actúa.
En Hammerhead, la primera a izquierdas debes hacerla en tercera y una vez dentro reducir a segunda. A la salida de Hammerhead hay que tener mucha delicadeza, controlando suavemente el gas… Pero el McLaren MP4-12C es fácilmente dosificable y puedes controlar la velocidad de paso por curva de forma exhaustiva con el pie derecho. Tiras a fondo en la larga recta que le sigue y frenas a 100 metros de Follow-through, una curva muy rápida a derechas a casi 170 km/h.
Notas como el grip en esta curva es brutal, hasta el punto que cada vez deseas hacerlo más y más rápido… Pone los pelos de punta cuando piensas fríamente la velocidad con la que entras en esta curva, aprovechando todo el espacio posible… este MP4-12C es éxtasis de primera calidad.
Tiras a fondo, volviendo a cruzar la barrera de neumáticos nuevamente por la izquierda, frenas de forma muy ligera y pasas por encima del famoso bache que hay en la curva Bentley. A continuación viene otra recta bastante rápida y después una ciega a izquierda y bastante peligrosa cuando se encuentra ligeramente húmeda por el riesgo de irse de morro, si bien siempre puedes retrasar años la entrada porque el MP4-12C ofrece una resistencia al subviraje superlativa. Después pasas por Gambon y tras ella está la línea de meta.
Sin embargo, quien busque amplias cruzadas lo va a tener más complicado… el ESP entra pronto en acción y corta las alas de quien busque drifting puro y duro. Para ello es necesario desactivar el ESP mediante una complicada secuencia que no pudimos probar en ningún momento, sólo “jugar” con las diferentes respuestas del ESP entre los distintos modos de conducción. En McLaren no desean que los clientes lo hagan porque, según nos indican, “ponen en riesgo la seguridad del conductor y su acompañante”… tal es su preocupación que, en un principio, se consideró la posibilidad de que el ESP no pudiese desconectarse.
Aquí es donde se producen la mayoría de las críticas. Hay quien dice que sería mejor que no ofreciese tanto agarre en pro de algo más de deslizamiento de la zaga. Es entendible – por una parte – conociendo a algunos conductores, aunque son los de menos… y personalmente me atrevería a asegurar que el 95% de los compradores de este McLaren no irán haciendo cruzadas estilo Tiff Needell, independientemente de que se compren este MP4-12C o el Ferrari 458 Italia… no nos engañemos. La única duda que me queda entonces es ¿porqué no introducir un cuarto modo que permita algo más de deslizamiento que el modo “Track”?
Mentalidad de Fórmula 1
Tras la primera presentación a la prensa del McLaren MP4-12C, un conocido periodista envió un mail al director general de McLaren, Antony Sheriff, comentando distintas mejoras que él implementaría en el MP4-12C para que produjese mayor placer de conducción. Esas ideas también fueron secundadas por otros colegas del motor y, en contra de lo que podría haber pasado, McLaren no hizo oídos sordos.
Pocos días después, volvieron a ser invitados a Woking. El 12C había sido revisado con las mejoras que los periodistas habían comentado. Entre ellas estaba la sustitución del escape por uno que armase más ruido en modo circuito, filtrando más al habitáculo y disimulando el soplido del turbo. Igualmente se aplicó una ligera variación de la dirección por una menos dura y artificial, se cambiaron las levas por unas de accionamiento más suave y se modificó el feeling del acelerador para que tuviese una respuesta más sensible.
Ésta es la sensación más grata que me llevo de mi visita a McLaren: las ganas que tienen de hacer las cosas bien y de estar abiertos a mejorar día a día, no sólo pensando en futuros restyling o próximos modelos. Me ha encantado la capacidad de McLaren de oír tus opiniones y críticas, para pensar cómo mejorar y agradar a los conductores más exigentes.
En el fondo, siguen la máxima de la Fórmula 1 que dice que “los vehículos deben estar en constante evolución”, de igual forma que los monoplazas de la categoría reina del automovilismo se modifican a lo largo del campeonato para poder luchar por el título hasta el final del mundial. Ésa es la opinión de McLaren, así que me temo que este McLaren MP4-12C va a seguir evolucionando y dando guerra con el paso de los meses.
Continuará…
En Diariomotor: McLaren MP4-12C | McLaren MP4-12C, presentación en Madrid | McLaren MP4-12C, a prueba