La novedad de Bentley en el Salón de Ginebra será la introducción del Bentley Mulsanne Mulliner, un nuevo acabado disponible para su palacio sobre ruedas. El nombre Mulliner tradicionalmente se ha utilizado para el catálogo de personalizaciones exclusivas de la marca británica, aunque en este caso se trata de una terminación nueva tanto para la carrocería como para el habitáculo. Básicamente, acentúa el clásico lujo de estos trastos británicos pero retocado con un curioso toque deportivo.
Realmente este detalle es el que más me llama la atención del nuevo Mulsanne Mulliner, ya que resulta difícil imaginarse cómo resaltar la deportividad de un coche de este estilo. La firma lo ha conseguido mediante la instalación de unas llantas de 21 pulgadas fabricadas en aluminio con tornillería en titanio. Van calzadas en unos neumáticos de medida 265/40 ZR21, un tamaño apetitosamente gigante que puede hacer perder una pequeña parte de la comodidad interior de la que goza el Mulsanne, aunque casi ninguno de nosotros lo notaría.
El otro detalle exterior que busca enfatizar esta deportividad es la presencia de rejillas de ventilación en la parte baja de las aletas delanteras, justo al lado de la puerta delantera. En cada lado nos encontramos dos rejillas, la superior más grande que la inferior, buscando imitar la B alada de Bentley. Están fabricadas en acero inoxidable pulido y, según Bentley, resultan más vistosas cuando el vehículo está en marcha puesto que la velocidad acentúa el aspecto de B alada de las rejillas.
El motor sigue siendo el mismo 6.75 V8 atmosférico de 512 CV, capaz de catapultar al Mulsanne hasta los 100 km/h en 5,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 296 km/h. El único retoque a nivel de comportamiento es la introducción de un nuevo modo de conducción en el Drive Dynamics Control, el módulo que controla los parámetros de conducción del coche. Ahora cuenta con un modo Sport, que endurece las suspensiones y hace la dirección más directa, aunque según Bentley esto no provoca una pérdida de comodidad interior.
El resto de novedades nos las encontramos en el habitáculo, comenzando por un nuevo tapizado en cuero con formas de diamante exclusivo de este acabado. Los pedales de conducción están fabricados en aluminio pulido, proceso realizado artesanalmente y de perforación en perforación. Las manetas de las puertas y las salidas de ventilación ahora tienen forma estriada. Por supuesto, no faltan los identificativos que muestren que es un Mulliner, presentes en la zona del conductor en el recibidor de las puertas, tal y como se puede ver en la galería.
Todas estas novedades pueden combinarse con todas las demás opciones de personalización de las que ya disponía el Bentley Mulsanne, tales como las más de 100 tonalidades para la carrocería, los 22 colores para el cuero del interior o incluso las botellas de champán a juego. El nuevo Bentley Mulsanne Mulliner estará disponible inmediatamente después del Salón de Ginebra, a un precio aún desconocido, pero que no supondrá un impedimento para quien esté interesado en este cochazo.
Fuente: Bentley
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