Aunque Rumanía no tiene mucha importancia en cuanto a mercado de coches se refiere, la marca autóctona Dacia ha tomado gran renombre a nivel internacional gracias al apoyo que Renault le ha prestado desde hace unos años. Por ello, cuando pensamos en industria automovilística rumana la mente nos lleva exclusivamente a Dacia. Un periodista de motor, un diseñador y un ingeniero han decidido que quieren cambiar esa percepción y hacerse un pequeño hueco en la industria mediante el lanzamiento de una marca propia de vehículos eléctricos.
Hace unos días han anunciado los primeros detalles del proyecto que están gestando, al cual han bautizado como SCI HyMod. Las iniciales SCI proceden de los nombres de pila de los tres responsables del proyecto, mientras que HyMod provienen de las palabras Hybrid y Modular. El objetivo de este primer prototipo es el de ofrecer una visión de cómo podría ser el vehículo urbano del futuro, que aúna en un solo coche la tecnología eléctrica que irá ganando presencia en un futuro con unas soluciones prácticas para aprovechar el espacio interior.
Para impulsar a este coche, proponen un motor eléctrico de 64 CV situado en el capó delantero, y que estaría alimentado por unas baterías situadas a lo largo de la plataforma del coche para repartir mejor los pesos. También proponen una segunda opción consistente en añadir un motor de gasolina de 84 CV que acompañe al propio propulsor eléctrico de 64 CV. La transmisión en ambos casos sería de tipo CVT. La autonomía es de unos 140 km en el primer caso, pero aumenta hasta 600 km en la versión híbrida.
Tal y como el nombre dice, la modularidad es la otra gran baza de esta propuesta. Han optado por eliminar el maletero posterior del coche para dar cabida a dos filas de asientos en el habitáculo, cada una compuesta de tres plazas y con suficiente espacio para las piernas. En caso de tener que transportar bultos, el coche contará con un hueco de 250 litros de volumen en el capó delantero junto al motor, siempre y cuando sea la versión eléctrica. Otra alternativa es abatir dos de los asientos de la fila trasera para dar lugar a un espacio extra, aunque a costa de sacrificar dos plazas. Este habitabilidad no está nada mal para un coche que mide 4,1 metros.
Los responsables ya han comunicado que, en caso de llegar a producción, el precio de este utilitario urbano sería de 25.800 euros sin incluir impuestos. La intención es la de llegar a poder fabricarlo en serie en un futuro muy lejano, aunque ya sabemos que la mayoría de ocasiones este tipo de proyectos se quedan en agua de borrajas. La idea resulta atractiva pero tendrán que convencer a inversores que confíen en este proyecto.
Fuente: CarScoop
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