Muchas cosas están cambiando en Hollywood. Por un momento imagino el nivel de los vehículos que podían pasar por las manos de cualquiera de los aparcacoches que amablemente recibían las llaves a la puerta de las fiestas que día sí día también se celebran en Los Ángeles. Pero los impresionantes deportivos y los mastodónticos SUV han ido abriendo paso a una nueva generación de eficientes híbridos y eléctricos.
No sabemos si Henry Fisker fue un visionario o supo muy bien encauzar su estrategia hacia Hollywood, tal vez fueran ambas cosas. Lo único cierto es que su creación más sonada en los últimos años, el Fisker Karma, va camino de convertirse en el gadget más deseado de cualquier estrella que se precie de serlo. Tras unos años en los que retraso tras retraso la producción de esta berlina deportiva de autonomía extendia parecía que jamás iba a comenzar, el buen Karma le sonríe a Fisker Automotive y son muchos los planes que se vislumbran en un futuro próximo.
Aún puedo recordar como si fuera ayer la primera vez que conocí en persona el Fisker Karma, Salón de Ginebra de 2009. Los tres grandes de Detroit habían pasado por todo un calvario en plena crisis financiera y La Casa Blanca había acudido a su rescate. Mientras estos se hundían por una adaptación al nuevo escenario de la industria automovilística que no había llegado a tiempo, un emprendedor y viejo conocido en Europa se afincaba en California para convencer a cada snop y cada famoso de que lo mejor que podía hacer era comprar un vehículo con un motor eléctrico.
En aquel momento me encontré con una berlina de lujo y corte deportivo que sutilmente combinaba detalles muy americanos, en un habitáculo lujoso y elegante, con una tecnología bastante avanzada que a diferencia de lo que otros habían propuesto estaba prácticamente lista para adaptarse a los requisitos y a las necesidades cotidianas de cualquiera de sus clientes.
Actualmente el Fisker Karma ya está en la calle, y no sólo eso, se deja ver en las “ilustres” manos de actores consagrados, véase Leonardo DiCaprio, y jóvenes promesas como Justin Bieber. No suficiente con ello el señor Henry Fisker ya se habría garantizado cameos en series de gran renombre como Two and a Half Men (Dos hombres y medio). Y es que su nuevo protagonista Aston Kutcher, en su papel de multimillonario emprendedor de la industria de internet, no conduce un Aston Martin ni un Maserati sino todo un Fisker Karma.
En un último intento por convencernos de que Fisker Automotive va muy en serio en sus pretensiones, esta misma semana nos adelantaban que Tom LaSorda (antiguo CEO de Chrysler) tomaba la dirección de la empresa mientras su fundador se centraba en la no menos grata tarea de cruzar el Atlántico y el Pacífico para expandir las fronteras de su empresa más allá de California. Por supuesto que el bueno de Henry también se dedicará al diseño, que a fin de cuentas será su labor más reconocida con el paso de los años.
Fuente: Fisker Automotive
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