Tenemos bastante reciente la llegada del Mercedes SL. Tras unas filtraciones de un catálogo, un par de días más tarde, la marca alemana nos presentaba la renovación del descapotable de manera oficial dejándonos con una estética renovada, un habitáculo puesto a punto y una dieta que lo llevaba hasta 140 kg por debajo del peso de la versión anterior.
Presentado entonces con dos motorizaciones, el Mercedes SL 350 V6 con 306 caballos y el Mercedes SL 500 V8 con 435 caballos, la marca nos mostró a finales del pasado mes una vuelta de tuerca más del modelo, haciendo oficial los datos del Mercedes SL 63 AMG que ahora, hemos podido conocer en persona con motivo del Salón de Ginebra 2012.
Con motivo de la presentación del Mercedes AMG F1, la firma nos dejó con la versión más potente del SL, el Mercedes SL 63 AMG 2012, confirmándonos todas sus cifras días más tarde y dejándonos ahora en Ginebra con la primera visión en directo del último modelo de la saga SL completando de este modo el despliegue de modelos descapotables de la marca.
Con un porte elegante, el porte y la esencia propia de la marca, unido a unas pinceladas de ligera agresividad, de dinamismo, el Mercedes SL 63 AMG nos ha dejado ver en Ginebra los aditivos propios de llevar grabado en tu carrocería las tres letras unidas a los modelos con más rabia de la marca. Un kit aerodinámico, llantas, mejoras en la parte ciclo y por supuesto su motor.
Bajo su capó un V8 sobrealimentado de 5.5 litros de cilindrada que entrega 537 caballos con un par de 800 Nm que pueden crecer hasta los 564 caballos y los 900 Nm de par si optamos por el paquete AMG Performance que contribuye además en la mejora mecánica con un nuevo diferencial deportivo que se une al Active Body Control y un nuevo equipo de frenos.
537 caballos que llevan a los 1.845 kg del SL 63 AMG hasta los 100 km/h en 4.3 segundos, 4.2 segundos en el caso de contar con el paquete AMG Performance, limitado electrónicamente hasta los 250 km/h. Pero además de prestacional, el SL tiene en la eficiencia otra de sus claves, presentando un consumo de 9.9 l/100 km con unas emisiones de 231 g/km.
Un porte firme con un gran corazón que aúna a la perfección deportividad y elegancia para disfrutar descapotados del sonido de su V8 con 537 caballos relinchando y 800 Nm de par esperándonos en cada caricia al acelerador y que lució en Ginebra con esta combinación en el tradicional tono plateado, unido a la tapicería roja, como perfecta muestra de la mencionada elegancia unida a la deportividad.
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