Qué bien pasan los años por el Audi R8. Parece mentira que este deportivo haya vivido ya cinco primaveras y que estemos acercándonos al fin de su ciclo vital, o al menos acercándose a una importante actualización, hasta el punto de que Audi ya va caldeando el ambiente para la llegada de novedades en su franquicia R8. Y es que ya son cinco los años que han pasado desde que comenzasen las entregas de los primeros Audi R8. A lo largo de este lustro han sido cerca de 20.000 las unidades que desde 2006 han salido de la factoría de Neckarsulm, a un ritmo de entre ocho y quince unidades diarias, con una capacidad productiva máxima cercana a la treintena de Audi R8 diarios.
No exento de polémica hubo quien vio en el Audi R8 inicial un Lamborghini Gallardo descafeinado en una maniobra bastante inteligente de Audi para amortizar las tecnologías del Grupo Volkswagen. Pero aún quedaban muchas sorpresas, variantes descapotables y ultradeportivas, incluso de competición, del motor V8 inicial a un V10 más potente e incluso un eléctrico aún en pañales pero confirmado para los próximos años.
Del V8 al V10, una decisión bastante lógica
Si alguno pudo quedar decepcionado con el motor 4.2 FSI V8 Quattro original, a finales de 2008 llegaba el esperado 5.2 FSI V10 basado en el mismo bloque que emplea el propio Lamborghini Gallardo y poco después también habría oportunidad del correspondiente descapotable basado en esta misma mecánica. Las cifras avalan sin duda la impresión que he obtenido tras probar uno y otro, el ocho cilindros en uve y el diez cilindros en uve. El Audi R8 no sólo ganó dos cilindros, ganó peso y exigió un trato más delicado, pero también se volvió considerablemente más radical, rápido y brutal en sus reacciones, por no hablar de la delicia de escuchar rugir a dos palmos de tu cabeza un motor V10.
Del Audi R8 se han dicho muchas cosas, la más repetida es su virtud de ser un deportivo radical pero apto para el día a día y hasta cierto punto muy dócil. Doy fe de que es un deportivo especialmente agradecido con los que somos un poco mancos, o no tenemos las manos y la experiencia para llevar una bestia de más de 500 CV a gran velocidad. De hecho el R8 es uno de esos deportivos con los que se puede ir bastante rápido y prácticamente sobre raíles con aparente seguridad sin ser un as del volante. Una de las claves se llama Quattro.
Es por eso que Audi presentó el R8 GT y el R8 GT Spyder, algo así como el Superleggera de Ingolstadt.
Audi R8: presente y futuro de un superdeportivo para todos los públicos
El futuro que le espera al Audi R8 no puede ser más brillante e interesante para los amantes de la velocidad y de la tecnología. Próximamente se fabricarán las primeras unidades definitivas del Audi R8 e-tron, un arriesgado R8 eléctrico, por que la electricidad también tiene ya su propio nicho de mercado en la deportividad. Sin duda un bombazo sólo apto para el más acérrimo amante de la última tecnología y de la innovación.
Mientras Audi nos va ofreciendo sus primeros adelantos del nuevo Audi R8 y celebrando los cinco años de un deportivo que no sólo se ha convertido en una fructífera fuente de ingresos sino también en imagen de marca, ya vamos imaginándonos cómo será la nueva generación de Audi R8.
No parece que en adelante vaya a haber cambios en la gama de motores, tanto el V8 como el V10 siguen teniendo un hueco en el catálogo de Audi y completando una gama de motores, acabados y equipamientos bastante coherente. Por el camino también veremos un completo rediseño estético para adaptarse a la nueva imagen de la gama Audi, siguiendo la linea de los nuevos A4, A5 y A6.
Fuente: Audi.tv
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