Parecía demasiado bonito para ser verdad. Será difícil olvidar aquel Salón de París de 2010 en el que una muchedumbre de periodistas acreditados se agolpaba en el stand de Lotus para contemplar una sorpresa o mejor dicho, un secreto a voces, la presentación del nuevo Lotus Esprit. No sólo hubo Esprit, sino toda una oleada de deportivos que pretendían llevar a Lotus a un nuevo nivel, mucho más allá de lo que Colin Chapman hubiera podido imaginar jamás. Tal vez una traición a sus principios o simplemente una inteligente y cuidada estrategia para jugar en la “liga de las estrellas” y vérselas con los Ferrari, los Lamborghini, los Porsche, o sin ir más lejos los nuevos McLaren.
Claro que, la nueva hornada de flamantes deportivos Lotus se retrasa y las ventas no dejan de caer. Para colmo, el desarrollo de nuevos modelos ha sido congelado por exigencias de la legislación bursátil malaya, que obliga a un periodo de suspensión de las labores de desarrollo por la maniobra en la que DRB-Hicom se hacía con una participación mayoritaria del grupo PROTON, que a día de hoy es propietario de Lotus Cars.
Todo apunta a que tras este periodo de gracia Lotus retomará el desarrollo de sus productos, pero la duda ahora es si DRB-Hicom decidirá mantener el negocio de Lotus Cars o no, puesto que no se descarta que decidan vender la empresa. Según Dany Bahar (CEO de Lotus) las opciones están al 50% de que suceda una u otra cosa. Genii Capital ya habría mostrado su interés de intervenir no sólo en su actividad deportiva sino también en la labor comercial de la marca.
Antes de que acabe este mes Lotus debería haber resuelto esta situación, aún así el parón no podría ser más inoportuno. Ya lo decía recientemente Karl-Heinz Kalbfell, ex-BMW y ahora nuevo consejero de Bahar, o se incrementan las ventas a corto plazo o la situación económica será insostenible antes siquiera de que lleguen los primeros modelos que ahora se retrasarán hasta 2014.
Fuente: Inside Line
Fotografías: Lotus | Motor Trend
En Diariomotor: Las ventas de Lotus no dejan de caer a la espera de nuevos modelos