En Mercedes-Benz están realmente preocupados. Uno de sus modelos más clásicos y respetables, el Mercedes 300 SL, el auténtico e inimitable alas de gaviota de los años 50 está siendo fruto de ingratas réplicas. Digamos que en un castizo castellano Mercedes ha decidido coger el toro por los cuernos y detener esta proliferación de imitaciones antes de que sea demasiado tarde. La marca de Stuttgart sigue ostentando los derechos sobre el diseño de la carrocería de este fantástico deportivo y por ello cualquier recreación no autorizada será requisada y vilmente achatarrada.
Así como los romanos dejaban a sus ajusticiados varios días expuestos a la muchedumbre para impartir una contundente y cruda lección, Mercedes-Benz ha publicado las fotografías del achatarramiento de una de las réplicas. Ese pobre y aparentemente inofensivo 300 SL cometió el error de haber nacido ilegitimamente, fue requisada, su chasis desmontado y posteriormente su carrocería de fibra de vidrio fue reducida a diminutos trocitos de material para evitar que pudiera regresar a la circulación.
Entenderemos a Mercedes-Benz en su postura de tolerancia cero ante las réplicas, imitaciones que pueden devaluar los clásicos que aún se conservan y desagradar al verdadero propietario de un Mercedes 300 SL original. Está claro que la marca no quiere un nuevo caso Porsche 356 o Porsche 550, dos clásicos también de Stuttgart de los cuales es probable que circulen muchas más réplicas que unidades originales.
Por otro lado, ¿no es bonito recuperar el legado de un clásico y ensamblarlo siguiendo la línea original a un precio mucho más asequible que el de recuperar una pieza original y casi de museo?
Para esto los americanos son mucho más prácticos. Ford sin ir más lejos aún ofrece kits de chasis y carrocerías de algunos de sus clásicos más solicitados, como el Mustang del 67, así como toda una oferta de repuestos y mecánicas ensamblados en el Siglo XXI con la pureza y el espíritu de aquellos modelos originales.
Fuente: Mercedes-Benz
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