La Guardia Civil alerta. El robo de catalizadores ha aumentado considerablemente en los últimos meses, especialmente en la provincia de Valencia. Los más afectados por este atípico hurto son los transportistas y los empresarios de flotas de furgonetas y camiones, aunque el número de particulares con turismos afectados también está aumentando según reflejan los partes de denuncias que manejan las autoridades.
La fijación de los ladrones por un dispositivo que aparentemente carece de valor útil se debe a que tras esa pieza tan desconocida y útil en nuestros automóviles para reducir el impacto medioambiental de las emisiones de gases nocivos de la combustión, se esconde un pequeño “tesoro” en forma de metales muy valiosos como el paladio, el rodio y el platino. Cuanto mayor es el vehículo, mayor es la masa de metales presente y por lo tanto su valor en el mercado que trafica con metales robados. De ahí que los más preocupados y desprotegidos ante esta situación sean precisamente los propietarios de flotas de vehículos de transporte.
No es de extrañar que algunos empresarios estén atajando la situación soldando los catalizadores para dificultar o imposibilitar la tarea de los ladrones o incluso desmontando y guardando a buen recaudo los catalizadores de aquellos vehículos que están en stock o temporalmente fuera de servicio.
Los más afectados son los vehículos industriales y flotas de transporte
Lo peor de todo es que el beneficio de los ladrones siempre es menor que el perjuicio que causa a los propietarios. Un catalizador puede tener un precio que oscila entre los 300€ de un pequeño turismo y los más de 3.000€ de un vehículo industrial. Por no hablar de los trastornos que genera el hecho de tener un vehículo fuera de servicio tras el robo. En algunos casos incluso la poca pericia del ladrón o simplemente su precipitación hace que los daños no sólo se extiendan al propio catalizador sino también a otras piezas del motor y el sistema de escape, lo que aumenta la factura de su reparación.
El catalizador es un dispositivo que se interpone entre el motor y la salida de escape para neutralizar parte de los gases contaminantes que se producen en la cámara de combustión. Un catalizador moderno se compone básicamente de una cobertura metálica cilíndrica que protege una estructura cerámica en disposición de tubos hexagonales recubierta por una fina capa de rodio y platino. A su paso los gases sufren una reacción que reduce en parte la emisión de óxidos de nitrógeno, expulsando Nitrógeno y Oxígeno puros, así como completa la combustión de los óxidos de carbono y otros hidrocarburos residuales.
Fuente: Las Provincias
Fotografías: Fiat Professional | Renault
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