La maquinaria de Mercedes-Benz no se detiene. Si ayer os hablábamos del futuro Mercedes CLS Shooting Break, un familiar de representación que responde a un nicho de mercado pequeño y elitista, hoy os tenemos que hablar de algo mucho más mundano y popular. Sin duda los de Stuttgart ya se han percatado que para lograr ese salto evolutivo que llevan esperando durante tanto tiempo, será necesario reforzar una gama de compactos que hasta ahora era escasa e insuficiente. La respuesta: un divertido Clase C Coupé, un evocador y juvenil Clase A y lo próximo será un coupé de cuatro puertas, o en otras palabras, un CLS en miniatura.
Sin duda Mercedes-Benz atraviesa una etapa bonita. Basta un breve vistazo a sus últimos lanzamientos para apreciar como la tecnología y el regustillo clásico se han sabido conjugar a la perfección en diseños que parece que jamás pasarán de moda. Todo ese esfuerzo no tiene ningún sentido si la marca no abre las puertas de su gama de acceso, de sus productos más asequibles, de modelos prácticos y para todos los públicos como este futuro CLC, CLA, mini-CLS o como quiera que vayan a llamarlo, pues de momento lo único que se ha confirmado oficialmente es que su producción se iniciará antes de que termine el año en la factoría de Kecskemét (Hungría), la misma que también produce el nuevo Clase B.
Mercedes-Benz F800 Style Concept (2010)
Pero lo más importante es que Mercedes-Benz ha desarrollado un plan de expansión a largo plazo de aquí a 2020, un proyecto en el que el segmento compacto tiene la voz cantante y dominante. La marca de la estrella no piensa únicamente en ventas a corto plazo sino en los clientes que el día de mañana comprarán sus productos. Evidentemente su estrategia pasa por cautivar a un público juvenil que hoy adquiere un un producto recién sacado del horno, véase un Clase A, un Clase C Coupé o sin ir más lejos el nuevo mini-CLS, y mañana cuando tenga que renovar su vehículo (eso será antes de 2020) confiará de nuevo en un modelo de Mercedes-Benz y probablemente, por las necesidades que le impondrá su cambio de estilo de vida, en una gama superior.
Cuando asistíamos a la presentación del Clase A en Ginebra nos preguntábamos si Mercedes-Benz había llegado tarde al festín de los compactos, del que se llevan beneficiando Audi y BMW desde hace muchos años. Ahora bien, la conclusión a la que llegaré yo a la vista de los hechos la resume perfectamente un refrán muy castizo: nunca es tarde si la dicha es buena.
Fuente: Mercedes-Benz
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