Tras la compra de Rover-MG por parte de capital chino, mucho ha cambiado. El nombre de la marca fue cambiado a Roewe por conflictos legales con BMW y los antiguos dueños de la marca, y la gama de productos se ha desdibujado al completo, a pesar de aún existir vínculos a la antigua Rover como los motores K-Series. MG fue posicionada como una marca más joven y deportiva, mientras que Roewe ha adoptado un rol más premium dentro del mercado chino, donde opera bajo el paraguas de SAIC.
Pronto se lanzará en China el Roewe 950, el tope de gama de Roewe para el país del sol naciente. Al contrario que otros Roewe se basa en la plataforma del Buick Lacrosse, que a su vez se construye sobre la misma plataforma que da vida a vehículos como el Opel Insignia. La gama de motorizaciones es compartida con el Buick: motores 2.4 de cuatro cilindros y 3.0 V6, con 185 y 265 CV de potencia respectiva (y origen GM) acoplados a cajas de cambio automáticas.
El habitáculo parece construido con bastante calidad y buen gusto: no se aprecian materiales de calidad justa o diseños estrafalarios. Otra cosa será como luzca en directo, pero China nos queda algo lejos para comprobarlo, francamente. Sí podemos comprobar que el vehículo cuenta con un buen sistema de infoentretenimiento y elementos de equipamiento premium como una cámara de marcha atrás o conectividad avanzada para equipos de audio externos.
En cuanto al aspecto exterior, no parece el típico coche chino. Es un diseño con personalidad, como ya SAIC ha demostrado con los MG chinos. Aún sin llegar a niveles premium occidentales, creo que está muy lejos – para bien – de otros diseños chinos. La clave está en la mesura con los juegos estilísticos y en parte también en sus raíces General Motors, que se pueden seguir apreciando si somos observadores. El inminente Salón de Beijing será su puesta de largo oficial.
Fuente: Carscoop
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