Una década después de su estreno, el que probablemente sea el todoterreno premium más conocido en todo el mundo, encara la recta final de su vida comercial para enfrentarse al salto tecnológico y generacional más importante en sus 42 años de historia. En Land Rover son conscientes de que el mercado demanda vehículos cada vez más eficientes y ligeros con grandes aptitudes sobre el asfalto. La novedad más importante será un nuevo chasis monocasco de aluminio, que empleará tecnología procedente del propio Jaguar XJ, para ahorrarse varios cientos de kilogramos respecto al modelo actual (Autocar UK, cuya recreación se muestra más arriba, apunta a más de 400 kg).
En su última actualización del Range Rover 2012 se mantenía la gama de motores V8, tanto para los gasolina como para los diésel. El nuevo Range Rover apostará con total seguridad por la nueva generación de motores V6 del grupo y más concretamente por el diésel biturbo de 3.0 litros que permitiría rebajar sobre la báscula la marca de las dos toneladas.
El Range Rover requiere, sin duda, de una nueva generación de motores más eficientes que los ocho cilindros actuales y acordes con las exigencias y las tasas de impuestos basadas en las emisiones de la mayoría de los mercados internacionales en los que se comercializará.
Range Rover Evoque, un interesante caso de estudio sobre el éxito de los SUV compactos
Es vox populi que Land Rover trabaja desde hace años en una mecánica híbrida que les facilite el trabajo a la hora de lograr el compromiso de consumos y emisiones que se han propuesto. La “nota” de corte la tendrá en los 193 g/km de CO2 emitidos por el Cayenne, algunos apuntan también a que rebajaría los 150 g/km de CO2, lo cual es una cifra bastante buena.
La verdadera sorpresa llegaría si, en efecto, este híbrido llega acompañado de un motor diésel, una combinación que aún muchos fabricantes siguen sin ver del todo clara.
Sin duda Land Rover hace gala de la máxima renovarse o morir. El sector del todoterreno y el gran todocamino está de capa caída, una crisis que únicamente puede maquillar el exitoso Range Rover Evoque. Partiendo de los 113.010€ (64.810€ en su variante Sport), el Range Rover sigue siendo una alternativa no apta para todos los bolsillos. Pero incluso desde ese punto de vista las aspiraciones de la marca deben pasar por una profunda renovación, mucha tecnología, construcción ligera y motores más eficientes que les permitan justificarse frente a la dura competencia que se les ha plantado delante, con el Porsche Cayenne a la cabeza.
Fuente: Autocar.co.uk
En Diariomotor: Range Rover 2012, somera actualización y pequeñas mejoras | Land Rover Experience en el circuito del Jarama