¿Os acordáis del Hawtai B35? El SUV chino tiene el dudoso honor de ser conocido como el “Bentley Cayenne”: es una copia bastante descarada del Porsche Cayenne, al que se ha acoplado un frontal que podría encajar perfectamente en un Continental GT. Parece que los agresivos ríos de tinta vertidos contra la marca han hecho efecto, y la marca se ha propuesto lavar la cara a su producto estrella. Efectivamente, lo han hecho, reemplazando el frontal de Bentley por el de un Jaguar.
Aunque han intentado desmarcarse de otros vehículos occidentales, los paralelismos son innegables. Es un coche más pequeño que el Porsche Cayenne: mide 4,62 metros de longitud y 1,86 metros de ancho. Aunque el exterior es un plagio de los europeos, el interior se queda bastante rezagado, incluso bajo estándares chinos. Para un vehículo que pretende ser premium, el equipamiento es parco, el forro de los asientos es de símil de cuero y los materiales de construcción son de calidad muy justa.
Bajo el capó hay dos motorizaciones posibles, de origen francamente desconocido para mí, posiblemente de origen chino. La primera de ellas es un 1.8 turbo de 160 CV y la otra es un 2.0 turbodiésel de 150 CV. Aparentemente correctas, sin saber su origen poco podemos decir de su solvencia. Van asociadas de serie a cajas de cambio manuales de cinco relaciones o automáticas de cuatro relaciones. Será presentado en el Salón de Guangzhou en otoño, y se venderá por el equivalente a 15.000€.
Fuente: autoblog.it
En Diariomotor: Hawtai B35, el Bentley-Porsche Cayenne chino