Si hablamos de motores boxer, con cilindros opuestos, varios serían los modelos a los que asociaríamos con ellos de forma inseparable en tan sólo un segundo. Por ejemplo, los Porsche 911, o los Volkswagen Beetle clásicos. Pero también, sin duda, a una marca como Subaru. La firma nipona perteneciente a Fuji Heavy Industries lleva por bandera la utilización de motores boxer en todos sus modelos, lo que sin duda es un aspecto muy especial de su personalidad.
No es la primera vez que vemos un Volkswagen Beetle con potencia a raudales gracias al reemplazo de su motor boxer refrigerado por aire por otro motor bóxer más potente, por ejemplo de origen Porsche. Ahora bien, ¿qué tal sería el resultado de una alianza germano-nipona? Pues aquí tenemos un ejemplo práctico, y sobre el papel la cosa pinta muy bien: un Beetle de 1973 con el motor 2.0 Turbo bóxer procedente de un Subaru Impreza WRX STi, con 282 CV.
Adiós al popular motor 1303 de serie del Escarabajo, con 44 CV. Ahora manejar estos 282 CV turboalimentados sin duda supondrán un desafío para este clásico con casi cuatro décadas de antigüedad. Además de lucir un perfecto estado de conservación, suponemos que tras una exhaustiva restauración que hace que su exterior luzca un aspecto envidiable, este Beetle tiene también otras mejoras, como un interior de origen VW que mantiene el sabor retro pero también es deportivo y relativamente lujoso, unos frenos de origen Porsche o las clásicas llantas Fuchs en color negro, también de origen nueve-once.
Ahora llega la parte final, y es que toca hablar de su precio. Para poder ver, sentir y conducir ese motor Subaru colgado tras las ruedas traseras del Beetle, necesitaríamos 59.990 euros, tal y como figura en la web rumana WebCar. Su precio no está al alcance de cualquiera, desde luego, pero al menos parece un coche del que poder enamorarse con facilidad desde el primer segundo.
Fuente: Carscoop
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