Llevábamos unos meses hablando de la posibilidad de que España, junto al resto de países de la Unión Europea, tuviese que renunciar al petróleo procedente de Irán, a consecuencia del embargo que se quería hacer efectivo a partir del próximo 1 de Julio como medida de presión para evitar que su programa nuclear continúe.
Pues bien, después de unas semanas de dimes y diretes sin hechos más concretos, hay nuevas noticias, que desde luego no serán de nuestro agrado como conductores: Irán ha decidido suspender sus exportaciones de crudo de forma inmediata y unilateral a España y a Grecia, mientras que Alemania e Italia podrían ser los siguientes países en dejar de recibir el petróleo iraní.
Las consecuencias de esta decisión de corte político todavía estarán por ver, aunque ya hemos hablado de qué podría pasar si Irán nos retira definitivamente el suministro de petróleo. A corto plazo todos nos tememos que el precio del litro de carburante subirá todavía más, y esto, en un momento de grandes dificultades económicas y con los precios de gasóleos y gasolinas ya por las nubes, sería una estocada casi mortal. No sólo para los conductores, sino también para todo tipo de transportes y probablemente también para el precio final de productos consumibles, que se encarecerían como consecuencia del aumento del coste del transporte.
Por si acaso no nos pongamos la venda antes de la herida, pero está claro que el ascenso continuado del precio de los combustibles está poniendo en serios aprietos a nuestra economía, tanto individualmente como colectivamente. Y con precios medios de combustibles que, a día de hoy, se sitúan en 1,40 €/litro en el caso del gasóleo, 1,52 €/litro en la gasolina 95 y 1,64 €/litro para la gasolina de 98 octanos, un hecho tan cotidiano como desplazarse en coche se está convirtiendo cada vez más en un lujo.
Por el momento, nos quedamos con el hecho: Irán ha suspendido por completo el suministro de petróleo a España, y otros países europeos podrían continuar la misma senda. El asunto se agrava si tenemos en cuenta que Irán era el principal suministrador de petróleo para España, ya que aproximadamente el 15% del total del petróleo importado era de procedencia iraní. Arabia Saudí se ha ofrecido a aumentar su producción de crudo para compensar esta carencia, pero de todas formas habrá que analizar las consecuencias, y la más que posible subida de precios, en las próximas semanas.
Fuente: Europa Press
En Diariomotor: El posible embargo al petróleo iraní y sus consecuencias