Cualquiera diría que Nissan necesita de un compacto – propiamente dicho – de referencia para hacerse un hueco entre los más vendidos en países como España. El Nissan Qashqai, siendo un autodenominado crossover, se ha convertido en uno de los turismos más populares en España y ha logrado tener un peso considerable en toda Europa, pero los japoneses han decidido que llegó el momento de retomar la línea del antiguo Almera, el último compacto que conocimos por estas latitudes.
Nissan quiere su propio Megane. La idea de amortizar la capacidad productiva de la factoría de Sunderland en Inglaterra (dónde este compacto coincidirá junto a Qashqai, Qashqai+2, Juke y Leaf, así como el remplazo del Note que estará basado en el Invitation Concept), es lo suficientemente seductora como para que Nissan anuncie una inversión de 127 millones de libras (más de 150 millones de euros según el cambio actual). Estas dos novedades que llegarán al mercado en 2014 crearán por sí mismas más de 3.000 puestos de trabajo en Reino Unido, incluyendo empleos directos y de proveedores.
Por si no fuera poco los sustitutos de Qashqai y Qashqai+2 también están de camino.
El Nissan Almera mantuvo su comercialización en Europa hasta 2006
La llegada de un compacto, incluso con el éxito del Qashqai, es una necesidad para cumplir con los objetivos que se marcó Nissan en su hoja de ruta presentada en junio de 2011, el llamado Nissan Power 88. Su idea pasa por el lanzamiento de un nuevo modelo cada seis semanas durante los próximos seis años, hasta cubrir el 92% de la demanda de todos los segmentos y todos los mercados, incluyendo su filial de lujo Infiniti.
De momento desconocemos el nombre que recibirá el sucesor del antiguo Nissan Almera. Recordemos que aquel compacto que se comercializó en Europa hasta 2006, además del tres y el cinco puertas tuvo ocasión de recibir una versión adicional, denominada Almera Tino, con carrocería de tipo monovolumen.
Fuente: Nissan
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