Hace ya más de cuatro años que Infiniti aterrizó en España y el resto de Europa con el lanzamiento de varios modelos que ya se ofrecían en otros mercados como el estadounidense. Por tanto, hablamos de coches que ya tienen cierta veteranía, tanto estética como tecnológica, a pesar de que en el Viejo Continente aún sea novedad verlos. Por ejemplo, el Infiniti G fue lanzado a la venta a finales de 2007, más de cuatro años en el mercado, razón por la cual ya comienza a hablarse de su sustituto.
No obstante, antes de que llegue la nueva generación, está previsto que la marca lance una versión mucho más radical de las existentes actualmente, todas ellas equipadas con el motor 3.7 V6 de gasolina que entrega 320 CV. Según cuentan varios medios estadounidenses, Infiniti está preparando un nuevo bloque 3.7 V6 diferente al actual, con inyección directa y equipado con dos turbos, que entregaría una potencia de 530 CV. Se montaría exclusivamente en la carrocería coupé y serviría de despedida final, además de adelantar la tecnología que tendrá la nueva hornada del modelo.
Esta versión hipervitaminada, cuyo nombre aún no ha trascendido, llegaría al mercado para demostrar lo que es capaz de hacer Infiniti y, especialmente, su división de altas prestaciones Infiniti Performance Line, que hasta ahora sólo ha ofrecido pequeños retoques estéticos y de chasis. Tal y como se ha comentado en más ocasiones, IPL intentará rivalizar con AMG, BMW M o Audi RS. Para empezar, la creación del G37 de 530 CV buscaría rivalizar con coches como el Mercedes C 63 AMG o el futuro BMW M3.
Junto con estas informaciones, también hemos conocido nuevos detalles de la próxima generación del Infiniti G, que buscará diversificar su oferta para conseguir una mayor penetración en EEUU. Según el portal estadounidense Motor Trend, la firma nipona va a aprovechar su alianza con Mercedes-Benz para utilizar la plataforma del actual Mercedes Clase C como base para el próximo G. Así pues, hablaríamos de un vehículo de propulsión trasera con capacidad suficiente para aguantar potencias superiores a los 500 CV.
Y no sólo eso, sino que Infiniti también quiere tomar el propulsor 2.1 turbodiésel de 204 CV de Mercedes, que ya ofrece en varios de sus modelos, para comercializarlo en el Infiniti G, que de esta forma contaría por primera vez con motor diésel. La ganancia es doble, puesto que también incorporarían un motor tetracilíndrico más barato que el V6 que ofrecen actualmente, ayudando así a rebajar los precios de partida del modelo. Más allá de esto, también se espera una variante híbrida, y no se descartan motores convencionales adicionales.
La llegada de la próxima generación del Infiniti G está prevista para 2014, por lo que aún quedan dos años para que lo veamos rodando por las calles. Para hacer la espera más reducida, la citada versión de 530 CV intentará ir abriendo boca para lo que se espera en la próxima generación, más completa en todos los sentidos.
Fuente: Autoblog.com | Motor Trend
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