Peugeot 208, presentación y prueba en Portugal (II) Dinámica

Nuestra primera incursión en el Peugeot 208 nos permitía rodar cerca de 300 kilómetros por terrenos muy variopintos: ambiente urbano, algunos tramos de autopista, pero sobre todo muchas carreteras reviradas en un entorno tan agradable como el Norte de Lisboa. De las playas y el ambiente costero de Cascais hasta la belleza de la montaña del Parque Natural de Sintra. Suficientes kilómetros para analizar muchos detalles curiosos del nuevo utilitario francés.

Ya les decía en una primera parte que el nuevo Peugeot 208 ha nacido, sobre el papel, para liderar su segmento. En la realidad y en el ámbito práctico algunos de los hitos que ha marcado, como su importante aligeramiento (con mayor equipamiento, tecnología y seguridad es más ligero que su predecesor) no tienen por que verse reflejados directamente en la conducción, y en efecto así es. Es por eso que pasaremos a analizar algunos puntos de su dinámica para llegar a algunas conclusiones interesantes.

Un chasis con mucho aplomo con amortiguadores rígidos y un tanto secos

La impresión es que Peugeot ha primado el aplomo del chasis y que este transmita sensaciones a su confort en ciudad.

Desde el primer momento el aplomo del chasis sorprende. Dada la sencillez de este tipo de utilitarios y su concepción urbana siempre valoro más el modelo que opta por un tarado blando, a costa de un peor comportamiento en zonas viradas, que un tarado rígido incómodo para absorber irregularidades del terreno y obstáculos habituales en la ciudad. El Peugeot 208 optó por esto último, lo cual se agradece cuando queremos disfrutar de la conducción en carreteras y tramos de curvas pero penaliza el confort en lo que presuponemos será su habitat natural, la ciudad.

Las suspensiones son un tanto secas y pecan de ser demasiado rígidas, pero no excesivamente incómodas, al menos con llantas de 16 y 17”. Lo lógico es que ese punto mejore con las llantas más básicas de 15”. Bien lo pudimos comprobar en las carreteras del norte de Lisboa con muchas curvas y asfalto irregular muy bacheado y parcheado. Las ruedas de 16” calzaban neumáticos Michelin Energy 195, las de 17” neumáticos Bridgestone Potenza 205 de concepción más deportiva.

Una vez más, lo que para mi gusto es un placer tal vez no sea del gusto de todos los clientes. Lo que sí queda claro es que Peugeot ha sido coherente con su legado y que la conducción del Peugeot 208 transmite algo más que el utilitario asequible medio.

Los diésel e-HDi y los gasolina tricilíndricos, la mejor opción de compra

Nuestro consejo: El motor diésel destaca por sus prestaciones y su bajo consumo. No obstante, salvo que vayan a hacerse muchos kilómetros y carretera, los gasolina tricilíndricos son la opción más recomendable.

Lo que les diré puede parecer todo un contrasentido, pero el motor más recomendable e interesante es también el que se adaptará a un menor número de clientes. Los motores e-HDi, tanto el 1.4 como el 1.6 son los que mejor relación ofrecen entre prestaciones y consumos. Tuve ocasión de probar el 1.6 e-HDi de 115 CV con cambio manual y sobra decir que no sólo era óptimo y suficiente para mover con eficacia la escasa tonelada que pesa en vacío el Peugeot 208, sino que sus prestaciones son hasta cierto punto interesantes sin sacrificar el consumo. Este modelo homologa 3.8 litros/100 kilómetros, como el resto de diésel, salvo el 1.4 e-HDi de 68 CV que logra una cifra aún mejor de 3.4 litros/100 kilómetros.

Su funcionamiento me resultó incluso más satisfactorio que el ofrecido por el 1.6 VTi de 120 CV, que sobre el papel es más interesante. La acción del turbo y el escalonamiento de las marchas del cambio manual de seis velocidades del HDi, en el VTi es de sólo cinco, influyeron en que la sensación de empuje fuera mayor. El diésel goza de un par máximo de 230 Nm ya desde las 1.750 rpm frente a los 160 Nm del Vti a 4.250 rpm.

¿Y por qué no se adaptará el HDi a tantos clientes? La primera razón es que Peugeot ha previsto que la distribución diésel/gasolina en Europa será aproximadamente del 50%-50%. La segunda es que la eficiencia de los motores de gasolina, especialmente la nueva generación de tricilíndricos 1.0 y 1.2 VTi y el uso urbano y de pocos kilómetros que se presupone en el 208, hace que tengamos que recomendar la opción de gasolina.

Un THP de 156 CV para el más valiente y… probablemente habrá GTi

De momento no existe otro cambio automático que el CMP, y Peugeot a corto plazo no se plantea alternativas. Sin que aún se haya confirmado oficialmente es un secreto a voces que habrá GTi.

El funcionamiento del cambio manual es excelente, desgraciadamente la única opción automática sigue siendo un Cambio Manual Pilotado que definitivamente no es el más óptimo si lo que queremos es un consumo contenido y confortable, ni tampoco si buscamos deportividad.

Para el que realmente busque prestaciones y deportividad el 1.6 THP de 156 CV se postula como la opción más interesante. Peugeot aún no quiere adelantar acontecimientos y sigue sin anunciar el lanzamiento del GTi, aunque podemos dar por hecho que así será (más aún tras el prototipo de Ginebra), dado que la marca francesa no oculta su satisfacción por el regreso de un icono que les ha dado tantas satisfacciones.

En definitiva. Ya ven las razones por las cuales me gustó tanto el nuevo Peugeot 208, las mismas por las que no todo el mundo tendrá que sentirse igual de agradado con su conducción. Pero sin duda queda patente que si no llega a ser la nueva referencia del utilitario asequible, sí que podemos afirmar con rotundidad que sus rivales tendrán desde ahora el listón muy alto.