La escalada de potencias que en los últimos años estamos viendo en los coches de calle tiene especial incidencia en los deportivos. Por ejemplo, hace pocos años era impensable encontrarnos un coche de 740 CV, que son los que entrega el Ferrari F12 Berlinetta. Si nos centramos en el submundo de los muscle car, también nos encontramos una particular guerra de potencias, especialmente entre el Shelby GT 500 y el Chevrolet Camaro.
La evolución de la potencia del Shelby GT500, la variante más icónica del Mustang, es muy aclaratorio. En 2007 entregaba una potencia de 500 CV, en 2010 la cifra ascendió a las 540 CV y en 2011 se cifró en 550 CV. Esta escalada se acentuó recientemente de forma importante, puesto que el Shelby GT 500 2013 presenta un nuevo propulsor 5.8 V8 supercharged de 650 CV. O al menos, esta es la potencia que se anunció cuando el modelo fue presentado en noviembre, puesto que ahora Ford ha corregido y ha elevado esa cifra hasta los 662 CV.
Además, el par motor asciende de 814 a 856 Nm. En ambos casos se trata de un pequeño incremento de potencia pero suficiente para seguir aumentando la diferencia de potencias con el Camaro, su principal rival. Recordemos que el Chevrolet Camaro ZL1 entrega 580 CV provenientes de su motor 6.2 V8. El nuevo Shelby GT 500 2013 se sitúa incluso por encima del Chevrolet Corvette ZR1, que hasta hace poco era el rey de los deportivos americanos con sus 647 CV.
Ford está tan orgullosa de la potencia que han conseguido con su nuevo propulsor 5.8 V8, que la emoción les ha llevado a cometer un grave error. La nota de prensa dice que se trata del motor V8 más potente fabricado en la actualidad, pero basta pensar unos segundos para darse cuenta que nos podemos encontrar algún V8 más potente, como por ejemplo el espectacular 4.7 V8 biturbo de 1.140 CV que monta el Koenigsegg Agera R. Puede que la fabricación de este último sea mucho más limitada, pero ello no quita de que “exista” y sea más potente que el del Shelby GT500.
La marca del óvalo también destaca la eficiencia de su nuevo bloque, comparándolo directamente con el del Camaro ZL1. Así, el nuevo Shelby tiene un consumo medio de 13,1 l/100 km y de 9,8 l/100 km en autopista según el ciclo de homologación norteamericano, mientras que el ZL1 consume en autopista 12,4 l/100 km. Así pues, el Shelby GT500 2013 supera al Camaro ZL1 tanto en potencia como en consumo, al menos sobre el papel. ¿Responderá Chevrolet de alguna forma?
Fuente: Ford
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