Ponte en situación: llegas a un cruce con un semáforo en rojo, por lo que no te queda más remedio que detenerte. Ocupas el carril de la izquierda, con intención de tomar esa dirección en cuanto el semáforo se ponga en verde y, ¿qué ven tus ojos? ¡Un bonito Lamborghini Gallardo justo delante de ti, en el mismo semáforo! Le dices a tu acompañante: “rápido, saca el teléfono móvil y grábalo, que un Lambo no se ve todos los días”
El dueño del Lamborghini Gallardo está también detenido en el semáforo, y se está gustando a sí mismo, acariciando sin demasiados miramientos el pedal del acelerador y haciendo sonar su motor V10 sin contemplaciones. Desde luego no es lo más apropiado en la calle de una ciudad, piensas, pero siempre gusta oír música procedente de un motor así. Las ansias de fardar de superdeportivo del conductor no se acaban aquí: cuando el semáforo se pone en verde, el Gallardo sale disparado en primera hacia la izquierda, pero ¿qué ven entonces tus ojos?
Mientras pensabas en que en apenas unos segundos el Lambo desaparecería velozmente en el horizonte y en cuánto te gustaría poder conducir, aunque fuese tan sólo por unos cuantos minutos, uno de estos, sucede una cosa totalmente inesperada. Y es que, en medio del giro en el cruce, el conductor del Gallardo (a todas luces un tanto inexperimentado) sufre un sobreviraje que le hace perder la trayectoria del coche y empotrarse, a una velocidad relativamente reducida, contra dos coches que estaban detenidos en el semáforo del sentido contrario.
El Lamborghini Gallardo queda encajado entre esos dos coches, tras un accidente de lo más tonto, que aún no sabes bien cómo se pudo producir, sin apenas daños y que, desde luego, podía haber sido fácilmente evitable. Aunque no está bien reírse de las desgracias ajenas, no puedes evitar dejar caer una sonrisilla de incredulidad y perdonavidas. Y no, toda esta historia que os estamos aquí contando no es pura ficción: sucedió realmente en las calles de Chicago (Estados Unidos), y la prueba la tenéis en este vídeo…
Fuente: GT Spirit
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