Antes de comenzar a escribir este artículo me he leído la noticia original, pero hay un detalle que me ha llamado mucho la atención. La palabra “Evolution”, antes asociada a los Mitsubishi Lancer y sus explosivas versiones de rallye. Hoy, a 18 de mayo de 2012, va asociada a un coche eléctrico de competición. Un coche eléctrico basado en un urbano y diseñado sin emoción alguna. Esto me produce cierto estupor, o llamémoslo duelo, pero otra parte de mí piensa que realmente se trata de una evolución.
Olvidémonos de los Lancer Evolution – que ni siquiera es seguro que vuelvan – y pensemos en Pikes Peak, donde Mitsubishi tratá de “subir a las nubes” con un deportivo llamado i-MiEV Evolution de nada menos que 326 CV y un peso que no debería superar la tonelada. Sí, es eléctrico, y eso no es un error en Pikes Peak. La carrera empieza a 1.500 metros menos de altura que la meta, a más de 4.300 metros de altura. Los motores de gasolina pueden perder hasta el 50% de su potencia. Un eléctrico no pierde nada.
El par motor es muy elevado y es instantáneo. El riesgo de un calentón es menor con un buen sistema de refrigeración y en general un eléctrico tendría que ser más fiable. El Mitsubishi i-MiEV Evolution lleva dos motores eléctricos, por lo que en efecto, tiene tracción total permanente. La carrocería se ha ensanchado, lleva neumáticos de competición y una jaula antivuelco completa. Sólo se reconoce parte de la carrocería original en el centro del coche, de manera casi grotesca.
A mediados de julio, será Beccy Gordon – un piloto de todoterrenos americano – el encargado de hacerlo ascender a Pikes Peak. Dicho sea, es muy posible que este año el ascenso sea 100% asfalto, debido a los planes de desarrollo de infraestructuras de Colorado, donde está situada esta famosa atracción automovilística.
Fuente: WCF
En Diariomotor: El Mitsubishi i-MiEV baja de precio y aumenta su autonomía en Japón | Versión alargada del Mitsubishi i-MIEV para Estados Unidos