En sintonía con lo que llevamos visto esta temporada, el G.P. de Mónaco estrenaba sexto vencedor al ser la sexta prueba del calendario, aunque a decir verdad, en el fondo rendía homenaje a la tradición que lleva enarbolando una década, según la cual, quien logra la pole en El Principado, consigue la victoria.
De manera que el australiano Mark Webber, quien ayer se acercaba lo suficiente en calificación a Michael Schumacher como para sustituirlo a la cabeza de la parrilla, al serle aplicada al alemán la sanción que se ganó en Barcelona, capitaneaba el tren que ha circulado sin apenas sobresaltos por el circuito de Monte-Carlo, de cabo a rabo, excepción hecha de los giros en los cuales su compañero Sebastian Vettel ha tratado por todos los medios de obtener una ventaja que sólo le ha servido para pasar de ser el nono en la lanzada, a terminar cuarto en el banderazo final.
En términos generales, el Gran Premio ha seguido el guión previsto, si acaso algo amenazado por una lluvia que no ha terminado de hacer acto de presencia, salvo tímidamente al final de la prueba.
Así las cosas, las gomas Pirelli mandaban y había que protegerlas, y en eso ha consistido la disputa al completo.
Largada limpia al estilo Mónaco, con Grosjean salpimentando sus primeros metros al verse convertido en inevitable fiambre del bocadillo cuyos panes eran Fernando y Michael, lo que en definitiva ha trastocado un poco las cosas, por el abandono del francés, y por el retraso que supuso para el Kaiser en sus aspiraciones, y por el camino abierto que encontraron Kimi Raikkonen y Sebastian Vettel. Hubo más víctimas, ¿cómo no iba a haberlas en Monte-Carlo? Maldonado tocaba a Pedro y ambos se veían obligados a abandonar sin haber recorrido ni la primera vuelta. Después, el Safety Car y lo de siempre…
Por delante, Webber sobresalía como podía con Rosberg en el cogote, quien no le dejaba espacio ni para respirar. Detrás, Alonso y Massa, y tras ellos Hamilton y Vettel, piloto que había sorteado la tangana inicial por la escapatoria interior de Santa Devota, sin que dirección de carrera creyera conveniente reclamarle que cediera amablemente los puestos que había ganado de manera tan alegre.
Más adelante, Kimi y Heikki nos venían a decir que con las gomas no se juega a ser grande, y que si hay que correr, mejor hacerlo con otras herramientas. En el caso del primer finlandés, Raikkonen, el asunto derivaba en que Lotus perdía toda posibilidad de hacer algo en Mónaco; y en el del segundo, Kovalainen, que lo hayamos podido ver en una de sus peores facetas como piloto: peleando a codazos con un Sergio Pérez al que hoy no le ha sonreído la suerte.
Aunque se prometía una media de 3 paradas para cambiar neumáticos, lo cierto es que la práctica totalidad de escuderías han jugado a evitar más de un paso por garajes, de manera que al final casi todas ellas han jugado las mismas cartas y la cosa ha quedado en una incontestable contención de fuerzas que ha desmerecido mucho el espectáculo.
En el lado más personal del asunto, hoy, sin duda, ha sido el día de los tapados.
Webber, quien estaba llamado a ser segundo después de Vettel, ante la imposibilidad de éste para rentabilizar la arriesgada estrategia que había elaborado para él su equipo, ha sabido liderar la escuadra austriaca a partir de la debacle, logrando al fin una victoria tan merecida como incostentable.
Rosberg, que quedaba ayer eclipsado por la pole de Schumacher, hacía de tripas corazón sobre un inestable W03, para dar una lección de pundonor que a la postre le ha permitido ser segundo sin despeinarse.
Alonso, consciente de las limitaciones del F2012, lo llevaba hasta la tercera plaza, saliendo de Mónaco como líder en solitario de la tabla de pilotos.
Vettel, náufrago en una aventura que hoy le ha venido demasiado grande, lo ha intentado, pero sencillamente no ha podido. Así como Hamilton, quien ha visto de nuevo lastradas sus posibilidades sobre un MP4/27, que funciona bien en calificación pero deja mucho que desear en carrera.
Lo mejor:
— Sin dudarlo, la pasión que han puesto Antonio Lobato y Marc Gené en la retransmisión de Antena 3.
— Webber, quien siempre sabe estar a las duras y a las maduras.
— La indiscutible mejora del F2012.
— La buena planta que ha mostrado Mercedes AMG.
Lo peor:
— Red Bull, escudería que ha errado en sus estimaciones de ayer sábado y que ha puesto en peligro la victoria de Webber.
— McLaren, que sigue estando totalmente perdida.
— Lotus. Hoy sencillamente no ha estado a la altura.
— Toro Rosso, lo de Vergne no tiene nombre.
Clasificación:
Fuente: statsf1.com
En Diariomotor: Calificación G.P. de Mónaco: Michael Schumacher devuelve la esperanza a Mercedes AMG
