Definitivamente la responsabilidad de la seguridad vial en la ciudad no sólo depende del conductor y de los vehículos a motor. Es más, me atrevería a decir a que buena parte de los accidentes fatales que se producen en el entorno urbano se deben a imprudencias y la falta de atención de los peatones. No se pueden hacer objeciones al respecto: un viandante despistado corre un alto riesgo de sufrir un accidente en la vía pública.
Mientras en algunos países ya se sanciona a los peatones que cruzan por lugares indebidos o con semáforos en rojo, en Estados Unidos ya van mucho más allá. En Nueva York ya se ha propuesto la prohibición de cruzar la calle manipulando un teléfono móvil, mientras que al otro lado del río Hudson en Fort Lee (Nueva Jersey) ya se está multando a aquellos peatones que pasean por la calle hablando o escribiendo en su flamante smartphone de última generación.
¿Un peatón con un teléfono móvil es tan peligroso como para ser multado con 85$ (68€)?
Las autoridades locales creen que una buena forma de atajar los atropellos es la imposición de sanciones suficientemente dolorosas para el bolsillo del peatón como esta. Tras un periodo de gracia en el que tan sólo se advertía a los peatones de la infracción, a título informativo, los agentes ya han empezado su agresiva campaña de denuncias en las que más de 100 viandantes han sido multados.
Según un estudio de la Universidad Stony Brook de Nueva York, el 60% de las personas que caminan mientras manipulan el móvil inconscientemente tienden a perder la trayectoria recta y segura hasta el punto de poder salirse de la carretera o chocar con otros peatones. Pero tampoco es necesario ningún estudio para determinar que cuando nos ponemos a escribir un sms o estamos ensimismados en una conversación telefónica, desviamos la atención de lo verdaderamente importante que sucede a nuestro alrededor.
No sé hasta qué punto tal medida podría suponer un descenso de los atropellos, si bien parece que el beneficio público de esta medida es indiscutible – ¿quién no ha recibido nunca un empujón de un peatón despistado con el móvil en la mano? -. Pero sin duda y desde mi experiencia en países en los que se persigue con mano dura cruzar incorrectamente las calles, esta medida tan sólo requiere de un tiempo para que el peatón se acabe sensibilizando – a riesgo de recibir una buena multa – y la imagen del caminante perdido con la cabeza agachada escribiendo mensajes pase a la historia.
Fuente: Motorpasión | ABC News
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