Puede que algunos ya sepáis lo que es el “steampunk”, pero lo vamos a explicar por si acaso. Se trata de un movimiento cultural nacido en la literatura que mezcla tecnologías anacrónicas – generalmente de la época victoriana – con elementos de ciencia ficción, dando lugar a una estética muy peculiar. Tuberías, gafas, engranajes y el cobre suelen ser elementos comunes en cualquier objeto de inspiración steampunk, y son precisamente lo que nos vamos a encontrar en el Mini Countryman de Carlex Design.
El pequeño SUV alemán recibe una ligera actualización estética: llantas cromadas en un color cobrizo, vinilos de carrocería de una tonalidad parecida y pintura mate. Las ópticas se han oscurecido y hay detalles muy bonitos como las rejillas laterales. Es en el interior donde Carlex Design se ha dejado llevar. Todo el salpicadero está recubierto de un cuero en tonos cobrizos y quizá en muchos sentidos el Mini Countryman es ideal para una preparación así.
El salpicadero tiene muchos relojes y salidas de aireación, lo que unido a las manos de Carlex Design ya nos ofrece una receta steampunk bastante adecuada. Los pedales son de tonos dorados y tanto asientos como volante dejan ver un buen número de engranajes. Como podéis pensar, el motor no ha sido tocado por el preparador, aunque para haber sido una auténtica conversión steampunk el propulsor diésel o gasolina debería haberse reemplazado por una caldera de vapor…
Fuente: Carscoop
En Diariomotor: Mini Countryman John Cooper Works, 218 CV en un bonito envoltorio | Inspiración WRC para el Mini Countryman por Prodrive