Aunque la mayoría de los desplazamientos transcurren por autovías, autopistas y carreteras desdobladas con el máximo límite de velocidad (es decir, 120 km/h) el peligro nos acecha en las carreteras secundarias, pues ellas se cobran hasta un 82% de las víctimas mortales. La DGT extremará la vigilancia de este tipo de vías centrándose en la prevención de comportamientos que puedan provocar los accidentes más graves que suceden habitualmente en este tipo de carreteras: los choques frontales, las salidas de vía y en última instancia los atropellos de peatones.
Generalmente son varios los factores que confluyen para hacer de las vías secundarias uno de los lugares más peligrosos para aquellos que viajan en un vehículo a motor. La presencia de arcenes más estrechos y la ausencia de escapatorias así como la certeza de que cualquier despiste o incidencia nos puede llevar irremediablemente a chocar frontalmente con otro vehículo, exigen un esfuerzo por parte del conductor para mantener todos los sentidos alerta y un alto grado de atención. Una cuarta parte de los accidentes mortales en estas vías se debieron a distracciones.
A partir de hoy la presencia de agentes de Tráfico en carreteras convencionales aumentará y se centrarán en los controles de velocidad, los adelantamientos indebidos, circular en estado de embriaguez por alcohol o drogas y cualquier tipo de infracción que pueda llevar al conductor a distraerse, como la utilización del móvil y el manejo del navegador durante la marcha. El dispositivo de agentes también aumentará el número de controles en los que se comprobará la documentación del vehículo y el conductor. Así que ya saben, también será importante asegurarse de que viajan con el seguro, la ITV y todos los permisos en regla y sin caducar.
Que la presencia de agentes de la Guardia Civil aumente es una buena razón para que extrememos nuestra precaución, aún así siempre debemos tener muy en cuenta de lo peligrosas que pueden llegar a ser este tipo de vías independientemente de que exista campaña o no de la DGT.
Por último un pequeño rapapolvos para nuestras autoridades. Por mucho que hayan avanzado en materia de seguridad nuestros vehículos las vías secundarias siguen siendo muy peligrosas respecto autovías y autopistas, es más, el acusado descenso en el número de fallecidos de la última década ha sido mucho menor en carreteras convencionales. ¿Tiene sentido por tanto que se apueste por instalar peajes en autovías y autopistas desviando el tráfico a carreteras con un mayor peligro para el conductor y sus acompañantes? ¿Quién estará dispuesto a asumir la responsabilidad de un aumento de la siniestralidad en carretera por una decisión que si se toma a la ligera podría oscurecer todos los avances en seguridad vial que se han realizado en los últimos años?
Fuente: DGT
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