Quién no ha pensado alguna vez que haría si le tocase la lotería o le llegase una inesperada herencia de un pariente desconocido millonario. Si tienes tanta pasión por los automóviles como nosotros seguro que ya sabrás que sería lo primero que harías si de repente te llegase un puñadito de millones: comprar un buen deportivo. Yo confieso que de verme en tal situación tendría un serio problema. Soy de ideas claras, pero en este caso el dilema para decidirme entre un deportivo u otro sería mayúsculo. Y es que la oferta es tan extensa y todos tienen tanto que aportar que, ¿quién no querría quedarse con todos ellos?
Para empezar nos pondremos a soñar despiertos que estamos en esta situación y queremos hacernos con un buen deportivo en torno a los 200.000€; lo que se podría decir que es la “nota de corte” del Ferrari de referencia, el 458 Italia. Estamos hablando de gastar – que no invertir – en un coche una cantidad semejante a la que podríamos emplear para adquirir una vivienda.
Aston Martin Virage Coupé: para llegar a tiempo a la hora del té
Una de las opciones más interesantes para el que busque el “confort”, relativo siempre, que le brinda un deportivo Aston.
Es obvio que quien piensa en un Aston Martin, generalmente, está pensando en algo más que en un deportivo. Su mente se traslada a elegancia y saber estar británico, al placer de horas y horas de viaje con el máximo confort y rara vez en incursiones en circuito y demás “locuras”; y no obstante la esencia deportiva de un Aston lo permitiría. Dicen que el Virage es el menos Gran Turismo de los Grandes Turismos de Aston Martin, y el menos deportivo de entre los deportivos de los de Gaydon. Y sin embargo ha sabido ocupar el espacio existente entre el DBS, que pronto será Vanquish, y el DB9; con carrocería coupé y descapotable para el Aston Martin Virage Volante.
Nuestro presupuesto tendrá que aumentar por encima de los 220.000€ pero dispondremos de un buen GT de cuatro plazas. Para más inri su motor es un doce cilindros en uve que debería redundar en un confort fuera de toda duda. Lo peor, es que sus prestaciones no son comparables ni mucho menos a la de los rivales de los que hablamos en esta comparativa, por lo que no podrás presumir ante tus amigos y sus deportivos de lo rápido que es tu flamante Aston Martin Virage.
Audi R8 GT: exclusivo y al alcance únicamente de 333 clientes
Sobre la barrera de los 200.000€ está también la máquina más precisa y deportiva de Ingolstadt, el Audi R8 GT. Hubo quienes pensaron que el Audi R8 y su motor V8 eran un tanto descafeinados, tal vez temiendo el efecto que pudiera tener su lanzamiento en su “hermano” el Lamborghini Gallardo. La réplica de Audi fue un V10 y más tarde un modelo GT del que por desgracia sólo se han construirán 333 unidades. Si algo me sorprendió del Audi R8 es su docilidad, nada comparable con lo apreciado en el Gallardo y menos aún en otros deportivos como el SLS AMG. Tras probar el V8 y después el V10 sí que podía afirmar, como era previsible, que el R8 había evolucionado hacia una máquina comparable con el Ferrari y otros rivales de su altura.
Pero la pregunta que me hago es la siguiente, ¿pesan tanto los cuatro aros como un toro o un cavallino dibujados en el frontal?
Ferrari 458 Italia o Spider: ¡menuda encrucijada!
Yo lo tendría claro. Por 30.000€ más el Ferrari 458 Spider es coupé y es descapotable sin perder un ápice de deportividad respecto al 458 Italia.
Ya he reconocido en alguna ocasión que hasta hace muy poco jamás me hubiera planteado que un descapotable de Ferrari lograría enamorarme, entendiendo descapotable en el estricto sentido del término e ignorando los techos de tipo targa y bellezas como el F50. Pero entre los 200.000-230.000€ tendría serias dificultades para optar entre el coupé y el descapotable. La culpa la tiene un techo rígido retráctil sencillo a la par que cómodo y la certeza de tener un 2 en 1, puesto que las prestaciones y las cualidades del coupé apenas se ven mermadas en su homólogo “sin techo”.
Probablemente cuando alguien piensa en desembolsar tal cantidad de dinero en un deportivo, lo primero que se le venga a la mente sea un Ferrari. Sin haber podido echarle el guante aún al nuevo Ferrari 458 Italia (sí al antiguo F430), reconozco que la experiencia de conducir un deportivo con el cavallino tatuado es indescriptible; y que en efecto este hecho ya es suficiente como para que un Ferrari gane muchos puntos respecto a sus rivales, independientemente de que estos sean más bonitos, efectivos o asequibles.
Lejos de todo lo que se diga, un Ferrari siempre es una apuesta segura. No son sólo más de 80 años de historia sino también la certeza de estar ante la tecnología puntera de un fabricante cuya obsesión siempre fue la competición. ¿Quién se resistiría a tener un Ferrari 458 Spider en su garaje?
Lamborghini Gallardo: ahora en dos sabores LP550-2 y LP550-4 (trasera o total)
Sería un grave error que en esta recopilación de deportivos de altos vuelos nos olvidásemos de Lamborghini, faltaría más. El Lamborghini Gallardo es a día de hoy una de las máquinas que más miradas atrae por su estética, presumiendo de motor V10 y el espíritu legendario de los de Sant’Agata. Si hasta hace bien poco la única alternativa eran los Gallardo de tracción total, la última novedad que se introdujo en la gama como broche de oro a un modelo que está a punto de ser sustituido fue el lanzamiento de los LP550-2 de tracción trasera.
La diferencia entre uno y otro no supera los 30.000€, siendo el de tracción total el más efectivo y seguro, en todo tipo de condiciones, así como el LP550-2 es el más pasional, divertido y puro. Huelga decir que un deportivo de más de 500 CV siempre es delicado de conducir, pero la tracción total debería ser la opción ideal para aquellos que quieran potencia a raudales bajo el pie derecho sin exponerse a demasiados riesgos. De hecho sorprende lo fácil que es ir bastante rápido en un LP550-4, aunque deba primar la prudencia dado que en un coche de estas características siempre es más fácil encontrar los límites del conductor de que de la máquina.
McLaren MP4-12C: todo un dispendio de tecnología
Para terminar nuestro análisis no nos podíamos olvidar del osado McLaren MP4-12C, nacido del nuevo proyecto de McLaren Automotive para postularse como un serio rival de las marcas tradicionales dedicadas al negocio del superdeportivo. Mi compañero Pepe os puede hablar de él mucho mejor que yo en su prueba del McLaren MP4-12C. Para muchos uno de sus mayores fantasmas era precisamente su efectividad, hubo quien dijo que necesitaba algo más de carácter y personalidad. Pero lo único cierto es que estamos ante un dispendio de tecnología inédito y ante el proyecto de Ron Dennis que echándose el mundo por montera trató de batir, y en muchos aspectos lo consiguió, los registros de todos sus rivales.
Mercedes SLS AMG “alas de gaviota”: Y el verbo se hizo hombre…
Muy pocos de nuestros lectores, ni un servidor, habíamos nacido cuando para sorpresa de propios y extraños se presentaba el Mercedes 300 SL “alas de gaviota” original. Por ello Mercedes-Benz tuvo la deferencia de satisfacernos con un remake en el Siglo XXI del concepto original. No es el más deportivo, no es tan efectivo como otros, ni tan siquiera puede decirse que sea un cómodo gran turismo. Pero el ejercicio de conducir un Mercedes SLS AMG bien podría ser una experiencia inolvidable y una mezcla de sensaciones tal vez debidas a la sonora intrusión del bramido de un gran V8 alemán, o quien sabe si será simplemente fruto del efecto de subliminal de acomodarnos a bordo tras pasar por unas puertas tan poco convencionales que se abren hacia arriba.
Tal vez por eso, y ofreciendo una opinión muy personal, no pueda recomendar a nuestros lectores el Mercedes SLS AMG Roadster. Tras probar ambos tengo que decir que este último no me decepcionó, ni mucho menos, pero sí que buena parte del espíritu del coupé había desaparecido. Es más, aún asumiendo que este puede ser incluso bastante más caro me decantaría por un Mercedes SL 65 AMG. Otro concepto, sí, pero con el nivel de refinamiento que sólo un buen V12 puede conseguir.
Hasta ahora el Mercedes SLS AMG rondaba los 195.000€. Hace unos días se anunciaba una pequeña actualización y su nuevo nombre: Mercedes SLS AMG GT. A falta de confirmación del precio definitivo todo apunta a que seguirá en torno a los 200.000€.
Porsche 911 Turbo S y GT3 RS 4.0: con turbo o sin turbo, he aquí la cuestión
No más de 6.000€ separan a un superdeportivo turboalimentado de una máquina de carreras con homologación de calle, pero atmosférica: Porsche 911 GT3 RS. Dos conceptos muy diferentes pero un sentimiento común. Es cierto que todos lamentamos que el motor atmosférico esté de capa caída por la irrupción de un sentimiento ecologista que cuando hablamos de vehículos deportivos no ha lugar. Pero les aseguro que el Porsche 911 Turbo S, incluso considerando que por la etiqueta Turbo y no GT para muchos pueda resultar burgués, es capaz de dejar en ridículo a la mayoría (por no decir todos) de los ejemplares que mencionamos en este artículo.
Otra encrucijada más. Escoger entre un purasangre de los circuitos y el motor atmosférico más potente de Porsche y uno de los motores de calle con mayor relación de potencia por litro de desplazamiento que se hayan construido.
Ahora bien, ¿con cuál de todos te quedarías tú?
El debate está abierto en el canal de Twitter de @diariomotor. Sólo tienes que comentarnos qué deportivo te comprarías por 200.000€ empleando el hashtag #debatediariomotor.
Fotografía de portada: Dunlop
En Diariomotor: Me tocó la lotería: ¿Qué coche me compro?