Ayer por la noche tuve una particular cita. Una cita con un nuevo deportivo, pero no un deportivo cualquiera. No era italiano, no llegaba desde Alemania, tampoco desde el lejano Japón, era un deportivo español. Un nuevo deportivo español. Sí has leído bien. Nace Tauro Sport Auto y lo hace con un buen argumento para conquistarnos: el Tauro V8 Spider.
Una cita que tuvo lugar en el parking del Hotel Puerta de América con dos unidades del Tauro V8 Spider como protagonistas, acompañadas en todo momento por Pedro J. Santos, fundador de esta firma. Seguro que tenéis las mismas ganas que tenía yo ayer por la noche de conocer a este nuevo deportivo español, ver las primeras imágenes, conocer los datos y las primeras impresiones, así que… poneos cómodos, no todos los días conocemos a un nuevo deportivo nacido en España y que para más inri tiene 440 caballos bajo el capó.
Tauro Sport Auto: la nueva firma española
Un espectáculo flamenco amenizaba los segundos previos a la presentación del Tauro V8 Spider. Hasta entonces, mi único contacto con el coche había sido la carpeta con el dossier sobre el coche que nos habían entregado a la entrada, pero no había podido ver ninguna imagen todavía más allá de unos teasers que nos acompañaban en el parking. 440 caballos anuncian los datos del dossier… una primera buena impresión.
Minutos más tarde, la modelo Nieves Álvarez nos introducía en la marca y los dos Tauro hacía una breve incursión ante nosotros. Llegaba Pedro Santos, el “alma de Tauro” y nos apuntaba a la creación de esta empresa con sede en Valladolid, que nacía en 2010 de la mano de un grupo de empresarios españoles y un pequeño fabricante británico. “Una empresa con capital español, que fabricaría un coche español en España” citaban durante la presentación.
Desde luego una aventura así a día de hoy es digna de elogio, pero ahora que los dos Tauro V8 Spider están ante mí, que ya he podido sacar las primeras fotos, tocar su carrocería y adentrarme en su interior, centrémonos en el coche.
Tauro Spider V8:6.200 cc, 440 caballos, un 0 a 100 km/h en 4 segundos…
Ante mí dos unidades que lucen, en el primero de los modelos un tono rojo con el interior negro, en el segundo, uno negro con el habitáculo teñido de rojo. Comenzando por su frontal, me llamó bastante la atención, positivamente, la caída redondeada de su frontal, las líneas redondeadas que dan paso a una gran apertura frontal y que están acompañadas por unas grandes ópticas delanteras que se extienden hacía atrás.
En su lateral, de aspecto más sencillo, una triple branquia cromada. Llegamos a su zaga. En la parte trasera del Tauro destacan los volúmenes creados por las diferentes aristas en las que se integran los faros redondos un pequeño alerón sobresale desde la parte posterior, mientras que las notas finales corren a cargo de la joroba característica de los Spider y un correcto difusor en el que se ubican las dos salidas de escape. La guida del pastel, las llantas, en 19 pulgadas en el eje delantero y 20 en el trasero con un diseño sencillo en multiradio ancho.
El Tauro V8 Spider tiene una longitud de 4.2 metros, con un ancho de 2.1 metros y un alto de 1.25 metros. Su peso es de 1.250 kg, no está nada mal. Además, su reparto de pesos es del 52-48%.
¿Pero que hay bajo su carrocería? Llega el momento de levantar el capó y en el morro de este astado nos encontramos con un V8 de origen americano, un LS3, firmado por GM, con 6.2 litros que desarrolla 440 caballos a 6.200 rpm con un par de 586 Nm a 4.400 rpm. Opcionalmente se podrá optar por configuraciones más potentes con 480 caballos y 644 Nm o 530 caballos y 663 Nm. Para el cambio nos encontramos con una transmisión manual de 6 velocidades o una caja automática de GM también de 6 velocidades. El Tauro V8 es capaz de alcanzar los 100 km/h en 4 segundos.
Suspensión independiente de doble trapecio en los dos ejes, amortiguadores Selex, opcionalmente unos regulables, diferencial autoblocante y completando la parte ciclo unos frenos perforados de 360 m y pinzas de 6 pistones para el eje delantero, de 335 mm y 4 pistones para el trasero.
Cerramos el capó, abrimos su puerta y nos adentramos en el habitáculo del Tauro. Su interior muestra un aspecto sencillo, unos asientos deportivos acabados en cuero y con el astado, emblema de la marca, grabado en su parte superior nos reciben en el interior del deportivo. En general el aire que se respira es una clara invitación a que dejemos de mirar los botones de la consola central y nos dediquemos a disfrutar conduciendo, como tiene que ser en un deportivo de raza. Dentro de la sencillez de su línea, alcántara diferenciando el marco de la consola central y el panel de instrumentos del resto del salpicadero y costuras contrastadas.
En cuanto a su capota, todo un acierto que se hayan decantado por la tela, más aún llegando con un sistema de accionamiento manual. Sencillo, más ligero y hablando de un deportivo como este, una experiencia más en el proceso antes de poner en marcha su V8.
Bien, llega el momento de despedirnos del Tauro, espero que sólo sea un hasta luego y pueda probarlo en breves para contaros todos los detalles sobre su comportamiento, como últimos detalles, mencionar la primera serie limitada a 30 unidades, por supuesto numeradas con una placa entre los dos asientos. Otro detalle más, su precio, que como nos contaron desde Tauro partiría desde los 100.000 euros, pero teniendo en cuenta que cada unidad se desarrolla en función de los gustos del cliente, es sólo orientativo.
Hora de abandonar el parking del hotel, a la salida, la presencia de Porsche Carrera un par de plazas al lado de donde había aparcado me lleva a preguntarme por qué producto se decantaría un individuo con 100.000 euros en el bolsillo… Un producto ya conocido frente a un V8 más exclusivo… Desde luego digno de elogio la aventura de Pedro Santos con Tauro y un buen producto el Tauro V8 Spider, sólo queda conocer qué tal se desenvuelve dinámicamente y desearle toda la suerte del mundo a este nuevo deportivo español.
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