Con la que está cayendo en los últimos meses, y en los últimos años, las autopistas de peaje han pasado a estar en el punto de mira de todos por dos razones: la primera, el Gobierno advierte de que muchas autovías públicas por las que hasta ahora no se pagaba por circular tendrán que ser de peaje antes de que termine el año; la segunda, muchas de las autopistas de peaje que se construyeron durante los tiempos de bonanza económica, a día de hoy son un sumidero por el que se escapan los préstamos y las subvenciones del estado y un modelo de negocio que únicamente produce pérdidas para las concesionarias.
La última noticia que tenemos al respecto es que el Gobierno tendrá que adelantar fondos “salvavidas” a las autopistas de peaje para “mantener a flote” este negocio. Generalmente estos fondos se prestan considerando el aval de recuperarlos cuando existan beneficios, si es que llega a haberlos en alguna ocasión. Sólo en 2012 ya se ha presupuestado el préstamo de más de 290 millones. Por si no fuera poco el Ministerio de Fomento ha anunciado que se ofrecerán a concurso cuatro nuevas concesiones de autopistas de peaje. Y mientras tanto, la DGT insta a la Guardia Civil a agilizar la tramitación de multas a los conductores que se nieguen a pagar los peajes.
La deuda de las autopistas de peaje españolas
Desde el año 2000 se han inaugurado innumerables tramos de autopistas de peaje en nuestro país, muchos en los alrededores de la capital. Precisamente las autopistas de entrada y salida a Madrid, la R-2, la R-3, la R-4 y la R-5, son las que más están sufriendo las nefastas previsiones de tráfico y el encarecimiento desproporcionado de las expropiaciones que tuvieron que llevarse a cabo para construir las carreteras. Únicamente el cuarteto madrileño acumula más de 3.800 millones de deuda, que aumenta año tras año sin que se puedan pagar ni tan siquiera los intereses.
Teniendo en cuenta que, en este caso, por cada autopista de peaje existe una autovía sin peaje equivalente, la elección de los conductores es clara, y en la mayoría de los casos estos prefieren soportar los atascos diarios o las aglomeraciones que se producen los fines de semana y en las Operaciones de Regreso y Salida de vacaciones a pagar por este servicio. Según se estima el tráfico que soportan estas carreteras de pago no llega al 30% del que se había previsto.
Hay quien propone incluso que se termine el “rescate” y se deje quebrar a las autopistas de peaje. Esta opinión, respetable como cualquier otra, de Alejandro Nieto en El Blog Salmón, nos lleva a hacernos otra pregunta: ¿deberían las arcas públicas seguir soportando el desastre del modelo de negocio de las autopistas? ¿deberíamos pagarlo el resto de conductores con los peajes que se instalarán en otras vías?
La DGT no aceptará la insumisión en las cabinas de peaje
Mientras tanto el movimiento por la insumisión en los peajes de Cataluña liderado por la plataforma Prou Peatges sigue animando a los conductores a no pagar, lo cual parece bastante lógico a tenor de la situación. Aún así la DGT ya ha instado a la Guardia Civil a agilizar las multas a aquellos que infrinjan el pago, ya sea con su negativa a pagar en la cabina o circulando por un carril de telepeaje sin estar provistos de este sistema.
Las multas con que se castigan este tipo de actuaciones ascienden hasta los 100€. En caso de que el conductor abandone el vehículo en el carril, por su negativa a pagar, la multa podría ascender hasta los 200€ por interpretarlo como una “parada o estacionamiento en un lugar peligroso u obstaculizando la circulación”.
Fuente: El País | Europapress | El Blog Salmón
En Diariomotor: La DGT avisa: las autovías podrían ser de peaje en unos años | Primero de mayo: día de la insumisión contra los peajes
