El nuevo Ford Focus ya rueda desde hace un tiempo por nuestras calles. Lo hace incluso con un nuevo e importante motor que cuenta sólo con tres cilindros y 1 litro de cilindrada. Pero si a ese Focus le añadimos la denominación Sport Technologies, ST , nos encontraremos con un compacto deportivo con nuevo diseño de su frontal, elementos aerodinámicos, una nueva configuración de la parte ciclo y por supuesto una dosis extra de caballos listos para disfrutar a lomos de sus asientos Recaro.
Para conocer a la nueva generación del Ford Focus ST, ahora con 250 caballos, nos hemos ido hasta Niza, hemos recorrido con él más 300 kilómetros y hemos estado durante dos días sentados tras su volante y he de anticipar que me ha dejado con muy buenas sensaciones. Poneos cómodos y ajustaos el cinturón, vamos a conocer al nuevo Ford Focus ST.
Dejando atrás el asfixiante calor de Madrid, este miércoles me ponía rumbo a Niza para probar la nueva generación del Ford Focus ST, el escalón previo al Focus RS, en un coctel perfecto para conocer qué tal se desenvuelve dinámicamente este coche: una buena y larga ruta con una importante dosis de curvas en un tramo de montaña y 250 caballos, muy dóciles, para disfrutar desde los primeros metros con este nuevo ST.
Ante nosotros, esperándonos a la salida del aeropuerto de Niza, la tercera generación del Ford Focus ST. Atrás, en su árbol genealógico, ha quedado el primero de los Focus ST, con 170 caballos y un aspecto de lo más discreto. Algo más llamativo era el tono naranja que tan popular se hizo con la segunda generación, que ya alcanzaba los 225 caballos. Ahora, recogemos las llaves del que será nuestro compañero durante el primer tramo de la prueba, de unos 180 kilómetros, un Ford Focus ST rojo con la carrocería Sportbreak.
Su diseño: una nueva parrilla frontal acompañada de todos los aditivos aerodinámicos
Junto al wagon que voy a conducir, el modelo “berlina”, el 5 puertas normal, recordemos que no se va a comercializar en 3 puertas. Es el momento de conocer las diferencias respecto a un Ford Focus sin el apellido Sport Technologies.
Estéticamente, el cambio más importante llega desde su parrilla. Es el elemento más característico, el rasgo más personal y el que nos ayudará a decir “mira un ST” cuando lo veamos venir por el retrovisor. Reinterpreta los detalles del Focus para presentarnos ahora una parrilla con una gran toma, en la que se incrusta la insignia ST, acompañada por tres tomas inferiores con un diseño en lámina. Faldones laterales y en su zaga, otro de los rasgos más característicos, el difusor en el que se integra una salida de escape central con un bonito, y peculiar, diseño.
En su interior: los asientos Recaro marcan la pauta
En su interior, los umbrales de las puertas nos recuerdan que estamos accediendo a un ST, no a un Focus normal, mientras nos acomodamos en sus asientos Recaro, que pueden lucir un diseño bicolor y que ante todo, agarran de maravilla, a pesar de cierta sensación de “mi espalda no entra del todo aquí” que con el paso de los kilómetros desaparece. Ante nosotros, un volante en cuero y aluminio que vuelve a decirnos que estamos en un ST.
La mayor parte del habitáculo queda compartido con el Focus normal, por tanto, nos encontramos con la misma buena calidad de ajustes. Sobre el salpicadero, por encima de la pantalla del navegador, un detalle exclusivo de este ST, tres relojes que ayudan a crear una atmósfera más deportiva, sobre todo cuando ves moverse las agujas al son del sonido de su motor, y que nos indica la temperatura del aceite y la presión de este y del turbo.
En la parte trasera, nos encontramos también con los asientos deportivos. Está homologado para 5 personas, y entran bien, pero el de la plaza central posiblemente se queje tras unos kilómetros por su diseño más elevado y menos cómodo que los asientos laterales. Un punto positivo a los espacios de carga para pequeños objetos en el habitáculo.
Abro el maletero del Ford Focus ST SportBreak, acomodo la maleta en su interior, entra perfectamente la carga para que 5 adultos se vayan de vacaciones, además, el acceso es bueno. Su volumen de carga es de 490 litros, bueno tratándose de un compacto. Tras dejar mi maleta, abro por curiosidad la del modelo 5 puertas con carrocería normal, el volumen es similar, tiene 475 litros, pero transmite, por formas, un diseño más reducido, a pesar de ser sólo una sensación como se puede comprobar contrastando el volumen de ambos. En los dos casos no falta la luz de cortesía o la toma de 12v.
Carrocería Sportbreak: importante apuesta de Ford añadiéndole el apellido ST
Cierro el maletero de los dos Focus, y aprovecho para sacar alguna de las primeras fotos. Me pongo en situación y pienso, antes de probarlos y dejándome llevar sólo por la estética, con cuál me quedaría. Normalmente las versiones familiares, son menos agraciadas estéticamente, pero ¿os parece más bonito el 5 puertas que el Sportbreak?
Difícil elección, sí, tiene un toque más juvenil el focus ST “normal”, pero al Sportbreak le veo cierto aspecto que me gusta, una buena combinación entre un vehículo familiar, de estética a la que se le presupone una condición más apacible en su diseño, pero que no duda en mostrar los mismos atributos deportivos con el kit de carrocería. Me gusta, por diseño y por la apuesta de Ford con este modelo, posiblemente me decantaría por esta carrocería si fuera a comprarme un ST.
Ahora sí ha llegado el momento. Ajusto mi asiento con reglaje manual, coloco el volante y deposito la llave en uno de los huecos de puente central, cuenta con función de entrada y arranque sin llave. Presiono el botón de arranque, el ST se pone en marcha, todavía calmado, sin hacer mucho ruido. Llega el momento de dejar las palmeras y la costa de Niza y adentrarnos en las carreteras del interior. Curvas, un bonito paisaje y además, acompañados por los 250 caballos del ST. Lo dicho, poneos el cinturón, mañana conoceremos, entre otros detalles, cómo se ha portado dinámicamente el ST, su motor y los cambios en su parte ciclo.
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