Señoras y señores, ante ustedes, el engendro definitivo. ¿Por qué elegir quedarse únicamente con un modelo, por qué elegir entre un Audi o un BMW, cuando podrían tener un auténtico tres en uno? Algo así ha debido decidir el propietario de este Subaru Impreza WRX tan particular. Quizás, pese a tener todo un Impreza WRX (que no es cualquier cosa, precisamente), tenia algún complejo con sus vecinos, que le venían presumiendo de Audi o BMW.
Quizás el Subaru Impreza WRX no era todo lo que esperaba. Quizás decidió dejar estupefactos a todos los coches que adelantaba por la autopista, que veían por el espejo retrovisor cómo se les acercaba un Audi A4 B7 y que, sin embargo, se daban cuenta de que una vez que eran adelantados, el coche se convertía automáticamente en un BMW Serie 5 E60. Más allá de vanas y absurdas explicaciones, quién sabe lo que pasaba por la cabeza del propietario de este Subaru Impreza WRX que decidió llevar a cabo este experimento.
Antes de que lo lapidéis, lo curioso es que, más allá de su dudoso gusto estético, el experimento se realizó de forma bastante satisfactoria y con un resultado para el que seguro debió de emplear muchas horas y bastantes dolores de cabeza, dando lugar a unos de esos coches que no sabes si vienen o si van, si son chicha o son limoná. Un auténtico experimento de tuning, que parte de la base de un Subaru Impreza WRX de 1993, con motor 2.0 Turbo de 240 CV.
Para modificar la parte trasera, recurrió a un BMW Serie 5 E60, más concretamente y por lo que parece a un BMW 520i. Todo ello convenientemente modificado, con un pequeño alerón o doble salida de escape a ambos lados. Y si para la trasera el propietario debía de ser un gran fan del trabajo de Chris Bangle, para el frontal se decantó por las parrillas single frame de la firma de Ingolstadt: ante ustedes, todo un Audi A4 B7. El trabajo de adaptación debió ser bastante doloroso, pero ahí está el resultado final.
Como propina, el trabajo exterior continuó con un juego de llantas, faldones laterales o pasos de rueda ensanchados, así como en el interior o en el motor, donde el color azul eléctrico toma el mando. También se le añadió un volante del que… en fin, sobran las palabras, así que mejor no decir nada.
El aspecto final lo tenéis ante vosotros en las siguientes imágenes: desde luego no será del gusto de una mayoría, pero al caballero hay que reconocerle el esfuerzo y que el trabajo de carrocería haya sido tan pulcro. Si por alguna extraña razón os habéis enamorado de este SubAudiBMW Impreza, lo tenéis a subasta en eBay UK. La puja actual alcanza las 4.000 libras, algo más de 5.000 euros al cambio.
Fuente: GT Spirit
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