La primera vez que supe de las intenciones de Ford para lanzar un familiar compacto de grandes prestaciones, aún cuando de base se había renunciado incluso a un compacto de tres puertas, me sentía realmente contrariado. ¿No habíamos quedado en que un compacto deportivo era cosa de quemadillos y macarras? Pero como suele suceder habitualmente las primeras impresiones engañan y basta decir que para el óvalo azul las ventas del familiar copan un 38% del total de la gama Ford Focus en Europa. ¿Tenía sentido lanzar un Ford Focus ST Sportbreak de 250 CV? Parece que sí.
Se me ofreció la oportunidad de probar el nuevo Ford Focus ST Sportbreak durante un fin de semana, una oferta que evidentemente no pude declinar. Tras la toma de contacto de mi compañero Mario en la presentación del Ford Focus ST, era interesante probar a fondo este vehículo en nuestro entorno de pruebas habitual sin la presión ni las restricciones de tiempos y recorridos de una presentación internacional.
Tras mi prueba les diré que suscribo prácticamente todo lo dicho por mi compañero Mario, estamos ante un deportivo equilibrado con una notable dualidad entre lo práctico y el aspecto radical que cabría esperar de un modelo con las siglas Sport Technologies. El Dr. Jeckyl y Mr. Hyde, o en otras palabras, un deportivo para todos los públicos.
Por fuera, el Ford Focus ST es un lobo con piel de cordero
Un vistazo exterior ya nos advierte de la presencia de detalles muy agresivos como su parrilla frontal, su alerón o su salida de escape doble-trapezoidal, pero ante todo es bastante sobrio, pequeños detalles que dan fe de su deportividad sin llegar a resultar exagerados. En el caso de este Sportbreak la sobriedad es aún mayor por el aspecto general de la carrocería alargada del familiar.
Cualquier profano en la materia, al menos de un primer vistazo, no sería capaz de reconocer que este auténtico lobo vestido de cordero esconde en sus entrañas un motor de 250 CV. El contrapunto de su relativa sobriedad estética lo pone una gama de colores en la que además de blanco, plata, negro, rojo racing (el utilizado en las fotografías) y azul spirit, se ofrecerá un tono anaranjado metalizado denominado tangerine scream que aún siendo muy diferente respecto al de su predecesor al menos pretende mantener un rasgo de personalidad tan evidente como este.
Mucho ojo también a sus llantas de 18” con acabado gris grafito oscuro y las pinzas de freno rojas de lo que Ford ha denominado como Performance Pack.
Asientos Recaro muy deportivos pero poco prácticos para el día a día
Me subo a bordo del Ford Focus ST Sportbreak y me sorprende muy gratamente la presencia de unos asientos deportivos Recaro tapizados con un mix de piel y tela, pero sobre todo con una sujeción lateral que se antoja como imprescindible para quedar perfectamente amarrados en el asiento cuando tratemos de negociar curvas a gran velocidad sometiéndonos a muchos G laterales. Una vez más dualidad entre deportividad y confort y practicidad. Estos asientos que son tan cómodos en carretera y en conducción deportiva no lo son tanto por la dificultad que ofrecen para acceder al habitáculo por el tamaño de sus “orejas” laterales.
Por otro lado hay que decir que los ajustes de respaldo, longitud y altura son más que suficientes. Opcionalmente se ofrecerán unos asientos en piel calefactados con ajuste en 8 sentidos y cojín extraíble así como una banqueta posterior más deportiva y por lo tanto, menos adecuada para el día a día.
Concretamente la banqueta posterior de nuestra unidad de pruebas no guardaba notables diferencias respecto a la de un Ford Focus “normal y corriente”, es decir, el mullido y el tapizado de tela eran suficientemente cómodos aunque como de costumbre la plaza central tuvieran un respaldo con menos acolchado y la base más elevada que las plazas laterales. Amén de no llevar el correspondiente reposacabezas, un detalle importante que únicamente por los riesgos que supone en caso de accidente nos debería disuadir de utilizar la plaza central.
Por dentro es casi como un Ford Focus normal y corriente
El diseño del salpicadero del Ford Focus ST es prácticamente el mismo que en cualquier otro Ford Focus, un diseño orientado al conductor con una consola central bastante grande, un ordenador de a bordo muy práctico y sencillo de utilizar entre el cuentakilómetros y el cuentarrevoluciones, el sistema de navegación centrado en el salpicadero y bajo este los controles y el climatizador.
El volante tapizado en piel, los pedales de aluminio y el pomo del cambio manual cromado pretenden ponernos sobreaviso de que estamos conduciendo todo un ST. Pero el detalle más interesante es sin duda un pequeño grupo de tres relojes con indicadores para la temperatura y presión del aceite y también para la presión del turbo.
Ford Focus ST y ST Plus: dos líneas de acabado y equipamiento para España
Hay que decir que nuestra unidad de pruebas estaba matriculada en Alemania y que como tal la distribución de equipamientos y precios está sujeta a las peculiaridades de cada mercado. En este caso concreto el Ford Focus ST Sportbreak probado carecía de elementos básicos, o al menos muy importantes hoy en día, como los sensores de aparcamiento posteriores. La gama Ford Focus ST se ha definido en Europa bajo tres opciones de equipamiento y acabado: ST1, ST2 y ST3.
En España se ha simplificado a una línea básica ST y otra mejorada denominada ST Plus. El Ford Focus ST incluye de serie asientos Recaro con tapizado mixto de piel y tela, climatizador, alfombrillas ST, control automático de faros, espejo retrovisor con anti-deslumbramiento y limpiaparabrisas automático. El Ford Focus ST Plus añade asientos Recaro de piel calefactados con ajustes en 8 vías y cojín extraíble, banqueta trasera Recaro y faros Bi-Xenon.
Las llantas de color grafito y los pinzas de freno en rojo se incluyen en el denominado Performance Pack.
¿Por qué razones merece la pena un Ford Focus ST Sportbreak?
Hace unos meses ya tuve ocasión de conducirlo en mi ruta entre París y Frankfurt, en nuestra prueba del Ford Focus Sportbreak analizábamos una unidad con un motor muy modesto 1.6 TDCi de 115 CV. La sorpresa sería sin duda que días después se presentaría un modelo ST tanto para el compacto de cinco puertas como para esta carrocería familiar con la friolera de 250 CV de potencia.
Sin duda alguna estamos ante una opción más que interesante por lo práctico que se antoja su maletero con volumen de 476 litros y por que en este caso más que nunca si el aumento de la carrocería hubiera supuesto una pérdida de dinamismo, la presencia de un motor tan potente como el Ecoboost de 2.0 litros y ajustes deportivos en chasis y carrocería garantizarían una agilidad fuera de toda duda.
Les invito a que me acompañen en la segunda parte de esta nuestra prueba para conocer en profundidad el rendimiento dinámico del nuevo Ford Focus ST Sportbreak.
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