Llegó la hora de la verdad, de accionar el contacto del primer deportivo de Ford que se comercializará exactamente de la misma guisa en cuarenta países de todo el mundo, incluida Europa, Estados Unidos y Asia. Las dudas me asaltan y también los prejuicios, no puedo evitarlo. Queremos ver como se desenvuelven sus 250 CV sobre el eje delantero con un motor que ahora es más pequeño, pero también más potente, y por supuesto eficiente. El Ford Focus ST Sportbreak tan deportivo como práctico de la primera parte debería ser arrebatador en su deportividad pero no obligarnos a pasar todos los días por la gasolinera.
Para resumir lo que trataremos en esta segunda y última entrega de la prueba del Ford Focus ST Sportbreak les diremos que el tacto de la dirección y la tracción del eje delantero nos sorprendió, para bien y para mal, en línea recta y en curva, que los consumos aunque se antojen demasiado elevados no lo son tanto para su carácter deportivo si sabemos dosificar el acelerador (que un automóvil así no es nada fácil) y que por último constataremos una vez más la dualidad existente entre deportividad y confort.
Ecoboost 2.0 de 250 CV: el motor que da vida al nuevo Focus ST
El corazón del nuevo Ford Focus ST es el nuevo motor EcoBoost 2.0 de 250 CV, con el doble de desplazamiento y potencia que el Ecoboost 1.0 que un servidor probaba recientemente. La evolución respecto a su predecesor ha sido bastante notable, un cuatro cilindros más pequeño frente al cinco cilindros en línea de antaño. No obstante su potencia ha aumentado 30 CV y sus prestaciones han mejorado significativamente. Pensemos que este compacto deportivo hace el 0 a 100 km/h en 6.5 segundos y alcanza los 248 km/h de velocidad punta, cifras muy interesantes para un turismo que parte por debajo de los 30.000€.
Este motor se basa en la inyección directa de alta presión, un turbocompresor de baja inercia y distribución doble independiente variable (lo que Ford denomina Ti-VCT), nueva admisión y escape específicos para el modelo ST y un calibrado deportivo. El trabajo lo complementa una transmisión manual de seis velocidades pensada para desarrollar las prestaciones en todo su esplendor y ahorrar unos litros en cruceros en autovía y autopista.
Los consumos del nuevo Ford Focus ST Sportbreak
En este tipo de vehículos hablar de consumos podría parecer una impertinencia, prácticamente como preguntarle a una dama su edad, pero dado que estamos hablando de un turismo deportivo que pretende ser competitivo por su versatilidad es imprescindible que nos hagamos esta pregunta. Oficialmente homologa 7.2 litros/100 kilómetros, en ciclo mixto, y unas emisiones de CO2 de 169 g/km.
Ningún coche, especialmente de gasolina, está preparado para ofrecer unos consumos óptimos en trayectos urbanos cortos. En este caso es si cabe más apreciable que en la urbe el consumo puede subir hasta las nubes (por encima de los 10 litros/100 kilómetros) si acostumbramos a hacer trayectos de poca distancia con el motor en frío. En la conducción general en ciudad es fácil rondar los 9.X litros/100 kilómetros, lo cual no está del todo mal teniendo en cuenta el vehículo del que estamos hablando. No dispone de sistema de parada y arranque automático.
En nuestro recorrido habitual de pruebas en carretera, en llano (y además recorrido compensado de ida y vuelta), con el climatizador encendido y aproximadamente a 120 km/h de marcador (media de 112 km/h en el trayecto y tramos a 100 km/h por exigencias de los límites de velocidad) logramos un consumo de 7.8 litros/100 kilómetros, lo cual es sin duda una cifra muy aceptable máxime si tenemos en cuenta que en este caso tratamos con un Focus ST Sportbreak, es decir, con carrocería familiar y un inmenso maletero.
Las cifras máximas de consumos que alcanzamos en trayectos muy concretos y exigentes, en ruta de montaña y subidas a un ritmo alto, fueron de 14 y 15 litros/100 kilómetros.
Ford Focus ST, un deportivo bipolar también en lo que respecta a su sonido
En mi primer contacto con el Ford Focus ST me sorprendió muchísimo el bajo volumen de decibelios tras el arranque y en marcha. Si nos movemos a un bajo régimen de revoluciones, que es algo bastante sencillo con un motor que gracias al turbo empuja muy fuerte desde abajo y hasta los 360 Nm desde las 1.750 rpm, la sonoridad es bastante baja y por tanto nada molesta. Si hay algo que incomoda en algunos utilitarios y compactos deportivos es un escape demasiado sonoro que filtra al habitáculo una amalgama de sonidos que nos gusta y nos deleita en ciertas situaciones, pero que no siempre es aceptable cuando lo que buscamos es el confort.
Según aumenta el régimen de revoluciones este corderito se convierte en un lobo que no deja de aullar, un sonido metálico comienza a filtrarse al habitáculo revelándonos que estamos ante un deportivo de cuatro cilindros. El aislamiento acústico de la cabina, que es bastante bueno, no es suficiente – por suerte – para ocultarnos los rugidos que emanan del motor y las líneas de admisión y escape. Pensemos que no será el sonido más bonito que podríamos desear, pero al menos sí que está lleno de carácter y nos motiva cuando queremos practicar una conducción, llamémosla extrema.
Ford ha afinado este instrumento para que así esa. Que a un ritmo tranquilo y bajas vueltas no sea tan diferente de cualquier otro cuatro cilindros de poca potencia y que a un ritmo alto se nos filtre este ronroneo que si a bordo alcanza un volumen considerable, en el exterior puede resultar ensordecedor para aquellos que asistan atónitos a nuestra aparición.
¿Demasiada potencia para mantener la compostura en línea recta?
Pero no todo es tan bonito como parece en este nuevo Ford Focus ST, lograr una dirección que transmita lo suficiente y a su vez no sufra el complejo de lidiar con tanto par puntual sobre el eje delantero, es tarea casi imposible. Basta con acelerar con intensidad en línea recta para comprobar las dificultades con que se encuentra para traccionar. Aunque al principio resulta muy incómodo te acabas acostumbrando, pero si quieres acelerar con intensidad es condition sine qua non sujetar con firmeza el volante o dosificar la presión sobre el acelerador.
Aunque su potencia sea ligeramente inferior, el Volkswagen Golf GTI 35 Aniversario no acusaba de aquella forma este problema. No obstante la descomposición de la dirección en plena aceleración en línea recta, aunque incómoda, en ningún momento nos resultó en exceso peligrosa. Pero pasemos al siguiente punto y analicemos lo que sucede al gestionar curvas, tan importante o más si cabe.
Apelando a la electrónica para salvar sus “vicios” en curva
La prudencia nos invita a dosificar la aceleración en los giros, sobre todo después de lo visto al acelerar insistentemente en línea recta con este nuevo Ford Focus ST. Pero sorprendentemente cada curva que trazamos nos invita a pasar más rápido y ser indulgentes con nuestro pie derecho, la sensación de seguridad aumenta por momentos y aunque la tendencia natural a subvirar sigue presente, resiste bastante bien a un ritmo alto gracias sobre todo a la inestimable ayuda de la electrónica.
Ford ha desarrollado un nuevo control vectorial de par que evita parcialmente el subviraje que cabría esperar de un Ford Focus ST de 250 CV y tracción delantera. Últimamente estos sistemas me han sorprendido muy gratamente, puesto que en este caso y como en otros recientes (por ejemplo en nuestra prueba del Mercedes Clase A 250 Sport) nos han demostrado su efectividad para mantener un paso por curva estable y rápido sin que la intrusión de la electrónica nos de la impresión de quedarnos “clavados” y frenados en el sitio. Aún así, lograr ese aplomo a costa de limitar nuestras prestaciones en curva, sigue sin ser lo más deseable.
La razón de ser de este tipo de sistemas es ofrecer una alternativa asequible, salvando las notables diferencias que existen, a un autoblocante de deslizamiento limitado. Las sensaciones y las reacciones no son las mismas, pero si apreciamos un resultado acorde con su deportividad antes incluso de que el ESP tenga que entrar en funcionamiento.
Dirección asistida eléctrica y suspensiones específicas para el ST
El nuevo control vectorial de par del Ford Focus ST trabaja solidariamente con un sistema de dirección asistida eléctrica con un calibrado deportivo. Su tacto es agradable y en el contexto de su deportividad no es excesivamente incómodo en ciudad, pese a que el volante no llega a dar un giro completo a cada lado. Prácticamente podremos girar el volante completamente sin necesidad de retirar ninguna mano del aro.
Por último recordemos que el Ford Focus ST ha recibido unas suspensiones específicas con mejoras en las rótulas y una barra estabilizadora de mayor rigidez, así como amortiguadores y muelles que rebajan la altura del chasis en 10 milímetros. Este modelo estará dotado de serie con neumáticos Goodyear Eagle de 235 mm que han sido desarrollados especialmente para el ST.
Ford Focus ST: una opción interesante para el que busca versatilidad
En general el Ford Focus ST Sportbreak me parece una de las opciones más interesantes del mercado por su versatilidad y un precio muy aceptable. Sinceramente quedé más satisfecho en la conducción del Volkswagen Golf GTI 35 Aniversario y puede que el nuevo Renault Megane RS sea una opción mucho más radical que esta, para lo bueno y para lo malo. No obstante también hay que mencionar lo interesante de contar con una carrocería familiar, con un precio tan asequible y con todas las ventajas prácticas que ello supone en un turismo pensado por y para la deportividad.
Les diré que echo en falta un Ford Focus ST de tres puertas y es una lástima que no vaya a haber una opción de estas características. Pero en última instancia y puestos a elegir entre un cinco puertas compacto y este familiar, pensemos en lo ventajoso de un espacio de carga tan grande del Sportbreak por un precio que es únicamente 950€ superior.
Precios de la gama Ford Focus ST
Lo mejor
- Versatilidad: conducción deportiva y día a día
- Espacio a bordo y maletero
- Asientos deportivos Recaro
A mejorar
- Tacto de la dirección en aceleración en línea recta
- El aplomo en curva depende en exceso de la electrónica
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