Para bien o para mal, la historia de los Grupo B está grabada a fuego en la historia de competición y, más concretamente, en los rallies. Una categoría con libertad normativa que propició bestias indomables, muy difíciles de conducir hasta para los propios (y experimentados) pilotos de la época, en la que la escalada de potencia de sus motores sobrealimentados, soportados por unos chasis que se las veían y se las deseaban para asimilar tantos caballos, propiciaron una de las épocas de los rallies más espectaculares y recordadas tras el paso del tiempo, pese a su corta vigencia.
Entre los muchos protagonistas de estos Gr.B, especialmente uno de ellos es recordado por su funesto pasado. Me refiero al Lancia Delta S4, que marcó el final definitivo a una época. Ahora, más de un cuarto de siglo después, se pone a la venta una unidad de 1986, el último año en el que estuvo en competición, en estado inmaculado, con especificaciones totalmente originales y su correspondiente decoración Martini Racing. Un verdadero caramelo para acaudalados y nostálgicos coleccionistas, ya que sólo se construyeron 28 unidades en su día.
Sustituyendo al Lancia 037 Rally, otro icono, el Lancia Delta S4 compitió en el Mundial de Rallies en los años 1985 y 1986, en las manos de Henri Toivonen y Markku Alen. Con sonadas victorias como el RAC Rally británico en 1985, con Toivonen, o un subcampeonato de pilotos, con Alen, el Lancia Delta S4 fue protagonista de uno de los incidentes más trágicos de la competición, con el espeluznante accidente y posterior incendio y explosión de la unidad conducida por Henri Toivonen y Sergio Crespo en el Tour de Corse de 1986, con el fallecimiento de ambos.
Este incidente supondría la puntilla para los Grupo B, tras otro accidente anterior en el Rally de Portugal de 1986 en el que habían fallecido tres espectadores y más de 30 resultaron heridos. Con la posterior prohibición de los Grupo B, su leyenda aumentaría con el paso del tiempo.
Y este Lancia Delta S4 de 1986, última temporada del modelo en todo lo alto, supone uno de los mejores ejemplos de los Gr.B. Con un motor de 1.759 centímetros cúbicos montado en posición central, doble sobrealimentación (compresor volumétrico y turbo trabajando conjuntamente) y tracción integral a las cuatro ruedas, entregando unos 550 CV, aunque no era nada difícil poder sacarle mucha más potencia.
Esta unidad en concreto presume de 600 CV a 8.800 rpm, con un brutal empuje turbo a la antigua usanza, y si tenemos en cuenta que su peso (mínimo) era de 890 Kg, no es de extrañar que sus prestaciones sean difíciles de igualar incluso hoy en día. Por ejemplo, se decía extraoficialmente que era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,3 segundos, y en gravilla…
Con sólo 3.000 km en su haber, una exhaustiva puesta a punto y mantenimiento, e incluyendo con una buena colección de recambios, esta unidad se encuentra en Italia y está a la venta en duPont Registry por un precio de 850.000 dólares, al cambio actual unos 700.000 euros. Sobran las palabras para describir una pieza de la historia de la competición como esta, y el precio, teniendo en cuenta todos estos factores, no parece en absoluto descabellado.
Fuente: GT Spirit
Más información: duPont Registry
En Diariomotor: La impresionante colección de coches de Juha Kankkunen: un paseo por la historia de los rallyes | Walter Röhrl vuelve al Col de Turini con su Audi Quattro