Uno de los consejos que se suelen oir cuando se va a sitios como el Nürburgring, es que no es recomendable grabar vueltas desde el interior del coche. La presión de una vuelta rápida, un buen tiempo o salir de manera agraciada puede terminar en un doloroso accidente y grandes dosis de humillación grabada en vídeo. El vídeo que vamos a ver tiene dosis ingentes de humillación grabada en vídeo, mezcla de una falta de experiencia y las ganas de grabar hazañas en vídeo.
Un adolescente estadounidense tuvo la idea de coger el BMW M3 de su padre y grabarse en vídeo conduciendo a gran velocidad por una carretera desértica y francamente impresionante. El BMW M3 parecía ser un E46, equipado con un motor 3.2 L6 de 343 CV atmosféricos. Al menos el chaval sabe conducir un coche con cambio manual, algo que no es común al otro lado del charco. Será mejor que veamos qué pasa en el vídeo y luego lo analicemos. Avisamos, es muy doloroso para los amantes del motor.
Ouch. La velocidad del adolescente era excesiva y en una curva tras un cambio de rasante ciego no puede evitar salirse de la carretera tras un subviraje muy acusado. Una gran piedra impacta directamente en los bajos del coche, destrozando el motor y haciendo al coche volar, cayendo sobre la dura arena entre trompicones. El airbag salta, golpeando al conductor en la cara. Tras el accidente sale por su propio pie del coche, gritando improperios. Una traducción al inglés de “la que he liado”.
No va más allá de daños materiales, pero no creo que el seguro cubra los daños después de ver el vídeo que ha dado la vuelta al mundo ya. Desde el principio del vídeo se ve que la velocidad es excesiva y que la forma de agarrar el volante no es correcta. Si no sabemos lo que hay tras un cambio de rasante, lo mejor es moderar la velocidad, o nos puede pasar algo así. Sirva esto como recordatorio de que los coches son juguetes muy caros en los que un desliz puede tener graves consecuencias.
Fuente: WCF
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